"Perla" fue una perra muy especial. Cuando estaba (sobre todo en agosto), en el
pueblo, y salía a caminar, siempre se venía conmigo; fue mi fiel compañera.
Era muy lista: caminaba por delante, a veces se salía del itinerario (algo buscaría), pero volvía sobre sus pasos, se ponía a mi altura, y otra vez, adelantada a mi marcha, caminaba.