En el paraje denominado Suerte de la Chana, cerca del
camino y la casilla del mismo nombre, encuentro estas
rocas.
El paso de los siglos ha dejado su huella en forma de escritura, de jeroglíficos. A veces, en las caminatas por las tierras manchegas, incluso es interesante detenerse unos minutos para contemplar de cerca la
Naturaleza, todavía, y siempre, viva.