HISTORIA. Casas Ibáñez es uno de los pueblos que componen el estado de Jorquera, sen. de los marqueses de Villena, que últimamente recayó en el Excmo. Sr. duque de Frías; los señores tenían la prerrogativa de nombrar para los oficios de justicia, a propuesta del ayunt.; poseían las alcabalas y tercias reales por enajenación de la corona, y por convenio celebrado con el cabildo cated. de Cartagena, percibían el diezmo de los frutos decimales, con la carga de sufragar a los gastos de su recolección y adm., y en la tercia nombraban el colector, medidor y uno de los fieles. Durante la última guerra civil, ha sido esta pobl. teatro de horrorosas y sangrientas escenas: en 15 de setiembre de 1836, las tropas de D. Carlos, al mando de Gómez, la saquearon e incendiaron; más de 80 casas fueron consumidas por las llamas, y destruidos cuantos efectos no pudieron llevarse: en 12 de diciembre de 1837, 30 caballos carlistas sorprendieron el pueblo, y habiendo cogido al juez de primera instancia, D. Andrés Ruiz, lo fusilaron en Chelva: en 14 de noviembre de 1839, hallándose el comandante general de la prov., D. Francisco Valdés, con solos dos escuadrones, precisado, por pique de algunos oficiales, a batirse contra su dictamen, en la ald. de Serradiel, con más de cuadruplicadas fuerzas carlistas de infantería y caballería, sufrió una considerable pérdida, en la que perecieron bastantes soldados, dos comandantes y varios oficiales, viéndose precisado a retirarse con el resto a la v. y fuerte de Jorquera; pérdida muy sensible para la prov. por el general aprecio con que siempre ha distinguido y distingue al Sr. Valdés, cuyo nombre se ha puesto a una de las plazuelas de Casas Ibáñez, habiéndose fijado en la misma una columna de piedra que se hallaba junto a la ermita del Calvario, en cuya cúspide se ve una pirámide con inscripciones en sus 4 faces, alusivas a la Constitución, a los poderes del Estado y al general Valdés En 23 de diciembre del mismo año 1839, fué otra vez sorprendido el pueblo de Casas Ibáñez por las tropas de D. Carlos, pero habiendo podido muchos vecinos, la milicia nacional y guarnición refugiarle a la plaza é igl., fortificadas aunque ligeramente, se defendieron con heroísmo y aun obligaron a los carlistas a retirarse después de haber estos incendiado varias casas, y saqueado los barrios en que pudieron penetrar.
* Diccionario Geográfico – Estadístico - Histórico de España. Pascual Madoz, 1848.
* Diccionario Geográfico – Estadístico - Histórico de España. Pascual Madoz, 1848.