EL GRAN ATASCO DESDE ANTES DE CHINCHILLA A ALBACETE
Me parece hasta mentira
ver tanto coche parado,
la gente sufre y suspira
al sentirse colapsado.
Desde Chinchilla a Albacete
con gestos de sufrimiento,
el atasco allí nos mete
con su mal comportamiento.
Treinta kilómetros fueron
aquel tiempo colapsado,
puede que algunos sintieron
el trafico dislocado.
Por los campos de Villena
circulamos muy parados,
sin esperar la condena
de aquellos campos sembrados.
Dos horas de gran atasco
en los campos de Chinchilla,
sentimos todos el asco
de algún jefe que no brilla.
Condenados a frenazos
y otras raras soluciones,
temiendo los latigazos
de negras circulaciones.
Maldiciendo los atascos,
no hubo vista previsora,
sin olas y hasta sin barcos
mucha gente a dios implora.
Miras despacio a Chinchilla
con su fortaleza fuerte,
y el atasco nos humilla
recordándonos la muerte.
Sin previsiones ni avisos,
el atascarse es normal,
quizá fueron compromisos
para hacer todo anormal.
G X Cantalapiedra.
4 – 5 - 2014
Me parece hasta mentira
ver tanto coche parado,
la gente sufre y suspira
al sentirse colapsado.
Desde Chinchilla a Albacete
con gestos de sufrimiento,
el atasco allí nos mete
con su mal comportamiento.
Treinta kilómetros fueron
aquel tiempo colapsado,
puede que algunos sintieron
el trafico dislocado.
Por los campos de Villena
circulamos muy parados,
sin esperar la condena
de aquellos campos sembrados.
Dos horas de gran atasco
en los campos de Chinchilla,
sentimos todos el asco
de algún jefe que no brilla.
Condenados a frenazos
y otras raras soluciones,
temiendo los latigazos
de negras circulaciones.
Maldiciendo los atascos,
no hubo vista previsora,
sin olas y hasta sin barcos
mucha gente a dios implora.
Miras despacio a Chinchilla
con su fortaleza fuerte,
y el atasco nos humilla
recordándonos la muerte.
Sin previsiones ni avisos,
el atascarse es normal,
quizá fueron compromisos
para hacer todo anormal.
G X Cantalapiedra.
4 – 5 - 2014