Me trae recuerdos maravillosos, de pequeños, los domingos subiamos al campanario a tocar las campanas para la misa, desde el coro y a través de una puerta pequeña se subía por una escalera de piedra estrechita, recuerdo sentir verdadero pánico por las oscuridad que había, .Como recordareis, el arco que ahora está descubierto, por aquellos años, estaba tapado, realmente, fue un acierto toda la restauración que se llevó a cabo, gracias al entusiasmo de algunas personas en particular, y a la colaboración económica de la mayoría de los cotillanos.