En la Ruta 5ª de las editadas con motivo del centenario de DON QUIJOTE, hay una descripción del entorno de EL CUBILLO. Creo merece la pena que sea transcrita.
"El camino de subida hacia El Campillo pasa por la laguna de los Ojos de Villaverde, reconocida como Lugar de Interés Comunitario (LIC) por RAMSA. Masa de agua en forma de lengua de unas 7 ha. Su elevada altitud, clima y relieve confieren al altiplano aspecto de páramo, en el que abundan numerosas fuentes o afloramientos denominados “ojuelos”. Las aguas son recogidas por el arroyo Pontezuelas, que desemboca en la Laguna. El conjunto constituye un atractivo ecosistema de vegetación palustre, con carrizos, masiega y junquillo negro, que alberga un buen número de aves y plantas poco frecuentes en otros parajes de similares características, lo que justifica su declaración como área protegida.
Siguiendo nuestra ruta pasamos por el cortijo en ruinas, Casas del Vínculo, y bajamos hacia El Campillo. Deshaciendo el camino, y de nuevo en el cruce, tomamos el pequeño ramal que nos acerca a la ermita de Villargordo.
Regresamos a la vía del tren y nos introducimos en un largo túnel que bordea la aldea de Los Chospes, a cuya entrada encontramos la Fuente de la Tubilla y donde la tranquilidad de sus calles nos invita al descanso.
Desde Los Chospes tomamos un ramal que discurre entre cerros hasta la laguna del Arquillo, esta laguna domina el paisaje. Su vegetación, tanto acuática como marginal, posee un elevado interés botánico. Las espigas de agua y los nenúfares que flotan en la superficie del agua añaden belleza al complejo natural de la Laguna. Las gramíneas y las praderas juncales rodean sus márgenes. Importante diversidad faunística. Aguas adecuadas para practicar la pesca o la natación. Orillas muy agradables para comer al aire libre. Los lugareños cuentan que en los días de niebla una extraña criatura navega por sus aguas.
Retomamos la Vía Verde hasta llegar a El Cubillo, recorriendo en el último trecho un camino que cruza el arroyo Pradejón. Por los campos del Cubillo, la ruta se adorna con un arbolado copiosísimo. Es éste uno de los tramos más fantásticos de cuantos el otoño puede ofrecer, con el intenso amarillo de las hojas que van desprendiéndose lentamente de las ramas.
La vía discurre por un talud sobre encinas y chopos y, tras pasar varios puentes y una antigua estación del tren, que hoy es casa rural, llegamos a Robledo.
"El camino de subida hacia El Campillo pasa por la laguna de los Ojos de Villaverde, reconocida como Lugar de Interés Comunitario (LIC) por RAMSA. Masa de agua en forma de lengua de unas 7 ha. Su elevada altitud, clima y relieve confieren al altiplano aspecto de páramo, en el que abundan numerosas fuentes o afloramientos denominados “ojuelos”. Las aguas son recogidas por el arroyo Pontezuelas, que desemboca en la Laguna. El conjunto constituye un atractivo ecosistema de vegetación palustre, con carrizos, masiega y junquillo negro, que alberga un buen número de aves y plantas poco frecuentes en otros parajes de similares características, lo que justifica su declaración como área protegida.
Siguiendo nuestra ruta pasamos por el cortijo en ruinas, Casas del Vínculo, y bajamos hacia El Campillo. Deshaciendo el camino, y de nuevo en el cruce, tomamos el pequeño ramal que nos acerca a la ermita de Villargordo.
Regresamos a la vía del tren y nos introducimos en un largo túnel que bordea la aldea de Los Chospes, a cuya entrada encontramos la Fuente de la Tubilla y donde la tranquilidad de sus calles nos invita al descanso.
Desde Los Chospes tomamos un ramal que discurre entre cerros hasta la laguna del Arquillo, esta laguna domina el paisaje. Su vegetación, tanto acuática como marginal, posee un elevado interés botánico. Las espigas de agua y los nenúfares que flotan en la superficie del agua añaden belleza al complejo natural de la Laguna. Las gramíneas y las praderas juncales rodean sus márgenes. Importante diversidad faunística. Aguas adecuadas para practicar la pesca o la natación. Orillas muy agradables para comer al aire libre. Los lugareños cuentan que en los días de niebla una extraña criatura navega por sus aguas.
Retomamos la Vía Verde hasta llegar a El Cubillo, recorriendo en el último trecho un camino que cruza el arroyo Pradejón. Por los campos del Cubillo, la ruta se adorna con un arbolado copiosísimo. Es éste uno de los tramos más fantásticos de cuantos el otoño puede ofrecer, con el intenso amarillo de las hojas que van desprendiéndose lentamente de las ramas.
La vía discurre por un talud sobre encinas y chopos y, tras pasar varios puentes y una antigua estación del tren, que hoy es casa rural, llegamos a Robledo.