A veces, cuando es mi cumpleaños, y llega la hora del postre, me voy con mis amigos y amigas con unas velas hacia la Iglesia del Rosario.
Si, si, si, es como si fuera un regreso a mis orígenes.
Allí, en lo alto de la Iglesia, ponemos las velas..., que cuantas pues seguramente ya os lo imaginais. Cada año una más, y más...
, . Y yo soplo y soplo en el día de mi cumpleaños como un desatado de los dioses. Nunca pensé que en mi pueblo tendría una tarta tan agradecida.
Si, si, si, es como si fuera un regreso a mis orígenes.
Allí, en lo alto de la Iglesia, ponemos las velas..., que cuantas pues seguramente ya os lo imaginais. Cada año una más, y más...
, . Y yo soplo y soplo en el día de mi cumpleaños como un desatado de los dioses. Nunca pensé que en mi pueblo tendría una tarta tan agradecida.