Seguirá siendo un
pueblo con duende, ya que aunque sea en fechas señaladas, iremos todos como de
costumbre, a ver a nuestros seres queridos y a los
amigos, a pegarnos nuestras
fiestas y a recordar viejos tiempos.
Un saludo de un casardehareño, que no ha vivido allí pero que siempre lo llevará en su corazón, Ciao.