Esta localidad alcanzó gran esplendor durante el período musulmán; como muestra de ello tenemos el recinto amuralladoalmohade del siglo XII. Según se cuenta, en el
castillo de la localidad se hospedó el Cid Campeador cuando se dirigía haciaValencia. Reconquistada la zona en 1211 por Alfonso VIII de Castilla, vuelve a caer en manos almohades ese mismo año. Sin embargo, el siguiente año de 1212, el mismo Alfonso VIII, junto con las milicias de los concejos de
Madrid,
Guadalajara,
Cuenca, Huete y Uclés, así como varios caballeros ricos, consiguen tomar definitivamente
Jorquera y todas las localidades de su alrededor, siendo adscritas a la jurisdicción de la ciudad de Cuenca y rigiéndose por tanto con el Fuero de Cuenca. El 30 de mayo de 1266, por privilegio concedido por Alfonso X de Castilla, Jorquera es segregado de la jurisdicción de Cuenca y se convierte en concejo propio (Comunidad de Villa y Tierra de Jorquera), adscribiéndose a dicho concejo casi toda la Manchuela
albaceteña a excepción de las localidades de Madrigueras, Tarazona de la Mancha y Villalgordo del Júcar, las cuales pertenecen a la Comunidad de Villa y Tierra de Alarcón. La legislación vigente en la Comunidad de Jorquera seguirá siendo el fuero conquense, y de hecho serán repobladores provenientes de la vecina provincia de Cuenca quienes se asienten en la zona.
Los antepasados de Jorquera pertenecían a diversas culturas, desde los
romanos hasta los árabes almohades, pasando por los visigodos. Todos ellos han dejado aquí muestras de su esplendor político, económico, cultural, religioso, etc. Algunas de estas muestras perduran todavía en la actualidad. Como ejemplo del esplendor que Jorquera alcanzó en época árabe señalaremos la invención de un sistema de irrigación, obra de ingeniería que realizaron los árabes permitiendo el riego de las parcelas situadas a ambos márgenes del
río, durante muchos kilómetros, de un modo natural, que devuelve al río el
agua no consumida y que todavía hoy en día se utiliza para el riego de las
huertas. Como curiosidades históricas podemos reseñar la certeza de la presencia del Cid Campeador a las
puertas de la
muralla de Jorquera, allá por el año 1094 en persecución del rey moro Lucef, que después de haber sido herido por el propio Cid tres veces, se
refugió en el castillo de Jorquera. Señalamos, la enorme importancia que adquirió este
pueblo a finales del siglo XV, cuando se convirtió en la capital del corregimiento del Estado de Jorquera. Así, la convivencia, la forma de ser y de vivir de los jorqueranos es heredada de las diferentes culturas y sistemas políticos que han pasado por Jorquera. Sus habitantes son considerados manchegos, pero con una inequívoca influencia mediterránea que les hace ser muy parecidos, en sus
costumbres y forma de ser, a otros
pueblos del
arco mediterráneo.
Hasta 1833, Jorquera y su Tierra pertenecían a Castilla la Nueva, concretamente a la provincia de Cuenca, tras lo cual fue incluida toda esta zona en la recién creada provincia de Albacete y por tanto en la Región de
Murcia, hasta que en 1983 Albacete, junto con las provincias de Cuenca,
Ciudad Real, Guadalajara y
Toledo, pasó a formar parte de lacomunidad autónoma de Castilla-la Mancha.