Claro que existe la tahona, y la acequia del molino, la presa sigue igual, y el bar de marcelino, aunque solo por las tardes, pero claro que sigue abierto, es un pueblo con un encanto natural, del que no nos debemos olvidar, todos los que tenemos recuerdos bonitos de este pueblo, yo cada vez que puedo voy, y me gusta charlar con la gente del pueblo, un abrazo para toda su gente.