Te conocemos desde que naciste lEYRE.Llegaste a tus padres y hermanos como un regalo divino que eras, esos ojos, esa sonrisa siempre fija en tus labios, que tanto te caracterizó a lo largo de tu vida.Eres, LEYRE, la bondad, la paciencia, el amor en si.Recuerdo de pequeños, mis hermanos y yo, cuando íbamos a tu
casa, un hogar lleno de amor, con una niñita rubia de ojos azules, corriendo por el pasillo y llenando esas habitaciones de luz, de tu luz LEYRE.Con el tiempo te convertiste en una preciosa
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