
Hace miles de años, los íberos se pasearon por aquí con cierta soltura, incluso a
caballo, a juzgar por los restos de bronce encontrados. A escasa distancia de
Pozohondo están las Navas de Arriba y las de Abajo, con sus azafranes, y en
Los Pocicos, se amasa uno de los mejores panes del mundo, robusto, prieto y con sabor a
pan.
Los naturales de Pozohondo plantaron cara a los franceses allápor la guerra de la Independencia, y les ganaron los cañones y
banderas que hoy figuran en su
escudo heráldico.