Hola reoliseños-as y a todos los que visitan esta página.
Esta Semana Santa la he pasado en Reolid. Había menos gente que otras veces, quizás debido al mal tiempo, porque ha llovido y hacía bastante frio.
El pueblo estaba bonito, sus calles limpias y silenciosas, casi solitarias.
El bar, las tiendas, la iglesia, los caminos de tierra, han sido parte de mi itinerario.
Contemplando la vieja Estación abandonada, la oscura Boca del Tunel y las vias oxídadas del tren, pensaba en cuanto esfuerzo en vano invirtieron nuestros antepasados en su construcción y, en la sangre, sudor y lágrimas derramadas, para nada.
Posiblemente sea un sueño irrealizable, ver en funcionamiento, como en otros lugares de España, un modesto tren de cercanias, que enlace los pueblos y fomente el comercio y el turismo.
Eso si que sería recuperar la memoria histórica y acercar el progreso a todos.
Esta Semana Santa la he pasado en Reolid. Había menos gente que otras veces, quizás debido al mal tiempo, porque ha llovido y hacía bastante frio.
El pueblo estaba bonito, sus calles limpias y silenciosas, casi solitarias.
El bar, las tiendas, la iglesia, los caminos de tierra, han sido parte de mi itinerario.
Contemplando la vieja Estación abandonada, la oscura Boca del Tunel y las vias oxídadas del tren, pensaba en cuanto esfuerzo en vano invirtieron nuestros antepasados en su construcción y, en la sangre, sudor y lágrimas derramadas, para nada.
Posiblemente sea un sueño irrealizable, ver en funcionamiento, como en otros lugares de España, un modesto tren de cercanias, que enlace los pueblos y fomente el comercio y el turismo.
Eso si que sería recuperar la memoria histórica y acercar el progreso a todos.