Efectivamente, estuve en Reolid por Semana Santa. Lástima que el tiempo no acompaño, pero quede prendado de su explendida y veraz tierraq. Por cierto el pequeño rio parecía un pequeño mar. El pueblo parecia vacio, pero era por clpa del mal tiempo. Me quedé enganchado y prometo volver. Seguiré leyendo esta entrañable página.