Una vez al pie de la
cascada, no te conformes con contemplarla desde abajo, puedes seguir el
sendero que sube para ver desde más arriba el nacimiento del
agua. Es todo subida pero muy corta y las vistas bien merecen el esfuerzo. Si, además de conocer el increíble nacimiento del Mundo, quieres vivir una experiencia única puedes llegar hasta la
laguna, en la
Cueva de los chorros, donde el
río recién nacido da sus primeros pasos antes de saltar al vacío.