Las
fábricas fueron fundadas por un ingeniero llegado de Viena, Juan Jorge Graubner, quien cortaría la cinta inaugural en 1773, siempre bajo la atenta mirada de uno de sus principales benefactores, el monarca Carlos III. Esta
fábrica, más allá de su gran relevancia desde el punto de vista industrial, fue, además, el origen de la población de
Riópar que hoy conocemos. La única
mina de cinc de
España comenzó a atraer a obreros de procedentes del antiguo Riópar, pero también de otros
rincones de la península ibérica. Fue así como se consituyó la colonia obrera de Fábricas de
San Juan de Alcaraz, embrión del actual Riópar.