Ya de regreso en el casco urbano, la
plaza de Luis Escudero ejerce de centro neurálgico, con el
Ayuntamiento presidiéndola y un
monumento que rinde tributo a la figura de Juan Jorge Graubner –artífice directo de la creación de
Riópar– y a todos los hombres y mujeres que trabajaron en la
fábrica. A unos 3 minutos caminando de la plaza, se halla la
Puerta del
Arco. Cerca de allí, hay un
hotel con spa, varias
casas rurales y, sobre todo, el
edificio de
San Juan, que albergaba la dirección de las
fábricas de Riópar.