Las casonas de
piedra son, en su mayoría, preciosos y acogedores
alojamientos rurales, y las
calles, de aspecto
medieval, vuelven a sentir el eco de las pisadas de la gente. El
mirador de
Riópar es el primer punto al que debemos acudir. Desde él podremos disfrutar de una magnífica panorámica del
pueblo, los
campos que lo rodean y las ondulantes siluetas de las
montañas de
la Sierra del Segura. Algo más abajo, la
iglesia del Espíritu
Santo es el
monumento más importante de la localidad. Se trata de un magnífico templo del siglo XV, de estilo
gótico rural, que esconde varios frescos incunables.