Riópar Viejo (no confundir con Riópar, el
pueblo moderno que hay en el
valle), se encarama sobre una
montaña un poco aislada del resto. Se llega subiendo por una
carretera con curvas muy cerradas. Desde allí arriba puedes observar a placer
la Sierra de Alcaraz, con sus bosques y peñascos desnudos en las cumbres. Los atardeceres pueden ser muy espectaculares si el tiempo lo permite, los
amaneceres otro tanto. En Riópar Viejo hay dos
cementerios. El oficial, junto a la
iglesia. Un rectángulo generoso guardado por muros en los que se disponen los nichos. El extraoficial está desparramado entre los muros de la fortaleza.