- Soy consciente de que muchos ven de mí la caricatura. Pero es que con gente delante no me gusta llorar. Prefiero reírme en conversaciones muy locas. Y si son literarias, mejor. Aunque a la vez estoy muy bien solo. Tengo una seria tendencia a la melancolía. Puedo pasar meses sin ver a nadie. Y me tomo en serio el proverbio chino que recomienda no contarle los males a los amigos, que les divierta su puta madre.