El territorio del actual municipio de
Villaverde de Guadalimar ya se hallaba poblado desde el Neolítico, aunque destacaba más por ser tierra de paso (como lo atestiguan la
vía romana que comunicaba Cástulo con Sagunto o la Cañada Real de
Andalucía), y también por ser coto de
caza o reserva de madera. Si bien las crónicas y descripciones de época moderna no aclaran el origen de la actual población de Villaverde, el trazado de las
calles revela su existencia ya en época musulmana.
Sería tras la conquista de Alcaraz por Alfonso VIII (1213), cuando Villaverde pasó a ser aldea del recién creado concejo de Alcaraz, hasta que tras la toma de Huéscar es entregada (1436) por Juan II a D. Rodrigo Manrique de Lara Conde de Paredes, pasando así a formar parte del Señorío de las Cinco Villas (junto a
Bienservida,
Riópar, Villapalacios y
Cotillas) hasta su disolución en el siglo XIX.
En el siglo XVI, Villaverde de Anbas
Aguas (que es como se conocía a la villa en esta época) fue, junto a
Albacete y Alcaraz, la localidad de la actual provincia de Albacete que más emigrantes proporcionó para la colonización de América, principalmente hacia
Cuba y Nueva
España.
En el siglo XVI, Villaverde se apellidaba de Ambas Aguas, por la existencia en el término de dos
ríos, "uno con
agua muy delicada y otro con agua muy gruesa".
Cien años antes, este
pueblo se convertía en una de las cinco villas de los Manrique.
No podría llamarse de otro modo este pueblo que posee y concede la tranquilidad de las zonas remotas. Rodeada de altos
montes, donde crece el
pino, merodea el
olivo y da su
fruto el
nogal, en Villaverde salta la trucha en pleno casco urbano, a la
sombra de los chopos del Guadalimar.
Villaverde de Guadalimar en el siglo XVI se apellidaba de Ambas Aguas, debido a la existencia en el término de dos ríos, uno con agua muy delicada y otro con agua muy gruesa. Cien años antes, este pueblo se convertía en una de las cinco villas de los Manrique. No podría llamarse de otro modo este pueblo que posee y concede la tranquilidad de las zonas remotas. Rodeada de altos montes, donde crece el pino, merodea el olivo y da su fruto el nogal, en Villaverde salta la trucha en pleno casco urbano, a la sombra de los chopos del Guadalimar.
En el siglo XVIII, la nueva división administrativa de España hace que Villaverde de Guadalimar pase a formar parte de la provincia de La Mancha hasta 1833, en que se incorpora a la provincia de Albacete, dentro del Partido Judicial de Alcaraz.