
Las raíces históricas de la población fueron localizadas por el abate Breuil, en la
Sierra de
San Blas, a principios de este siglo, situando este primer poblamiento en el Paleolítico.
Durante la dominación
romana la población fue lugar de paso desde Abenójar y
Saceruela hacia
Garbayuela, donde se uniría a la
vía Toledo-Mérida; de esta época se conservan algunos restos de
cerámica común.
Las raíces históricas de la población fueron localizadas por el abate Breuil, en la Sierra de San Blas, a principios de este siglo, situando este primer poblamiento en el Paleolítico.
Según el mismo Breuil este asentamiento se desplazó por la sierra durante la edad de bronce, de la que se conserva un asentamiento en muy mal estado debido a la erosión (los Barreros) y, desde allí, fue descendiendo poco a poco hasta la actual posición.
Durante la dominación romana la población fue lugar de paso desde Abenójar y Saceruela (municipios de
Ciudad Real) hacia Garbayuela (municipio de
Badajoz,
Extremadura), donde se uniría a la vía Toledo-Mérida; de esta época se conservan algunos restos de cerámica común.
En la época visigoda el
pueblo, como otras muchas zonas de la meseta debió sufrir una etapa de despoblación y no ha quedado ningún resto de la misma.
En la época visigótica el pueblo, como otras muchas zonas de la meseta debió sufrir una etapa de despoblación y no ha quedado ningún resto de la misma.
A principios del XIX (1811) la
ermita de Nuestra Señora de la Estrella sirvió para tomar juramento a la recién creada Junta de Subsidios; el General
Castaños, al mando del Quinto
Ejército se enfrenta a las tropas napoleónicas, que poco a poco se acercan a la población y obligan a huir al ejército. En ella murió desterrado desde Ciudad Real el sacerdote afrancesado e historiador Sebastián de Almenara, en 1811. Años después (1836) el General Rodil (Ministro de la Guerra) marcha de Saceruela a
Agudo para plantar cara a las Partidas Carlistas que llegaron a tomar
Almadén
Durante esta época, en toda la meseta tenemos constancia de la importancia que tuvo el
comercio. Agudo se encuentra en un punto de paso en los
caminos que van de Norte a Sur (Toledo-
Córdoba) y en los que unen el Este y el Oeste (Levante-Extremadura).
En esta documentación también consta que había abundantes carniceros en toda la zona (Agudo, Almagro, Almodóvar del
Campo, Argamasilla de Calatrava, etc.)
Esta época corresponde también al auge de los viajes al Nuevo Mundo y en una de estas expediciones hemos tropezado con otro agudeño:
Juan de Villarreal, procedente de Agudo, sirvió con el Capitán Francisco Vázquez de Coronado, en la expedición que salió hacia Nuevo
México y Arizona, pero llegó a alcanzar por el norte hasta Kansas entre 1540 y 1542. Fue Alcalde de
Guadalajara en 1544, dónde se asentó con su mujer. Miembro de la Orden de Calatrava.
A principios del XIX (1811) la ermita de Nuestra Señora de la Estrella sirvió para tomar juramento a la recién creada Junta de Subsidios; el General Castaños, al mando del Quinto Ejército se enfrenta a las tropas napoleónicas, que poco a poco se acercan a la población y obligan a huir al ejército. En ella murió desterrado desde Ciudad Real el sacerdote afrancesado e historiador Sebastián de Almenara, en 1811. Años después (1836) el General Rodil (Ministro de la Guerra) marcha de Saceruela a Agudo para plantar cara a las Partidas Carlistas que llegaron a tomar Almadén.
Durante la Guerra Civil Agudo, como toda la provincia de Ciudad Real, forma parte de la retaguardia y la sufre en los últimos meses de la guerra y sobre todo en los años siguientes; debido a la actuación tanto de las partidas de guerrilleros como de la contrapartida.
Durante la época de la Inquisición se abren numerosos procesos a conversos acusados de "judeizar", es decir, de mantener sus ritos judíos. Es esta abundante documentación la que nos permite conocer las andanzas de algunos antepasados.