La flor del ciruelo (prunus mei) es el símbolo de la resistencia frente a la adversidad. Cuando el Invierno es más crudo, puede verse en medio de la nieve la flor del ciruelo. Es el símbolo del instante mágico en el que el máximo Yin deviene Yang, el umbral de la Hembra misteriosa, raíz del Cielo y de la Tierra.