Güeno, güeno, queridos alamilleros, de dentro y de fuera, que nada, que seguimos con un tiempo “más seco que el ojo un tuerto”, y, además, ahora el parte anuncia frío siberiano… a mí, eso de siberiano me suena a prisiones de la KGB y toas esas cosas que veíamos en las películas americanas. En fin, que na, que todavía confío en que se arregle la cosa y venga una buena primavera, con las esparragueras cargaítas de esparragos y el campo lleno de cardillos, y pa que se me jinche la caja el pecho, como a los trigueros en lo alto de las chaparras, con los vahíos que suben desde la tierra.
He estao pensando, tamién, en la receta esta de los gazpachos con poleos que me pidió la amiga Carmen, y en cuantito llegue el calorcito, voy a hacémelos, porque a mí el gazpacho me gusta mucho; pero lo que no sé mu bien es si el poleo se echará florecío, como está en el verano, o de invierno, como ahora, que están las matas en el río “más tiesas que un garrote”. Gúeno, yo lo voy a majal floreció, porque a mí me gustan las cosas fuertes, como el queso de oveja que hemos hecho toa la vida en los chozos, y que ahora los entedíos lo llaman “torta de la Serena”, y el vino de pitarra de Hinojosa del Duque, que arrejuntaos, queso y vino, me pongo moraíto.
Güeno, deciros, p´acabal, que no sé el porqué, se me ha venío a la cabeza un refrán que le oía a mi agüelo, y que me lo refería aconsejándome no fuera yo asín, y que dice: “Al necio su necedad le hace atrevido cuando reprende, y suele hacerlo más de lo que menos entiende”; que se me hila en el celebro con ese otro aforismo (dicharache) de nuestro popular poeta Antonio Machado y que acaba más o menos asín: "No es de extrañar ver como el más truhán se lleva las manos al corazón, y el bruto más espeso se carga de razón”.
Güeno, que me pongo mu pesao, y que me voy a meter las borregas en la majá, no sea que mañana me las encuentre “más tiesas que un alpargate tirao en el campo”. Con Dioh.
He estao pensando, tamién, en la receta esta de los gazpachos con poleos que me pidió la amiga Carmen, y en cuantito llegue el calorcito, voy a hacémelos, porque a mí el gazpacho me gusta mucho; pero lo que no sé mu bien es si el poleo se echará florecío, como está en el verano, o de invierno, como ahora, que están las matas en el río “más tiesas que un garrote”. Gúeno, yo lo voy a majal floreció, porque a mí me gustan las cosas fuertes, como el queso de oveja que hemos hecho toa la vida en los chozos, y que ahora los entedíos lo llaman “torta de la Serena”, y el vino de pitarra de Hinojosa del Duque, que arrejuntaos, queso y vino, me pongo moraíto.
Güeno, deciros, p´acabal, que no sé el porqué, se me ha venío a la cabeza un refrán que le oía a mi agüelo, y que me lo refería aconsejándome no fuera yo asín, y que dice: “Al necio su necedad le hace atrevido cuando reprende, y suele hacerlo más de lo que menos entiende”; que se me hila en el celebro con ese otro aforismo (dicharache) de nuestro popular poeta Antonio Machado y que acaba más o menos asín: "No es de extrañar ver como el más truhán se lleva las manos al corazón, y el bruto más espeso se carga de razón”.
Güeno, que me pongo mu pesao, y que me voy a meter las borregas en la majá, no sea que mañana me las encuentre “más tiesas que un alpargate tirao en el campo”. Con Dioh.