Güenos y primaverales días, alamilleros de dentro y de fuera. Quiero agredecel el Emigrao que se acordara de mí la tarde y la noche que llovió está Semana Santa; poco ha sido: p´asentar el polvo de los caminos, pero es verdá que al sufrío campo le ha cambiao la cara porque la que tenía "daba miedo". A vel si quiere la Virgen de las Veredas, que la de Las Cruces ya lo ha querío, que llueva estos días, siquiera otro poquejo, y se salve algo la primavera, ganaderamente hablando.
Güeno, que yo tamién me alegro de haber saludao a tantos alamilleros de fuera, que paece tienen una cuerda atá a las pezuñas y ésta a su vez cogía en un clavo que se hunde en la tierra (como cuando se ataban las bestias en las eras), por lo que no les queda más remedio que volver al lugar donde está clavá la estaca, que no es más que nuestro Alamillo. Paece tos los años, estos días de la Semana Santa, que tos juntitos, Alamillo es más Alamillo.
Güeno, que me voy con las borregas, que esta noche las he dejao en un cercón, junto con sus borreguillos, que digo ya se habrán hartao de mamar, asín que los voy a desapartal hasta la tarde, que se arrejunten otra vez madres e hijos, que es lo más natural, pero durante el día las madres tien que pacel tranquilamente, pa luego dal mejhor leche... güeno, güeno, qué rollo borreguil... Ah, y no sos preocupéis por que la zorra me pueda matal algún borrego, que tengo una mastina que me regalarón unos amigos de Castuera, que es la perra mejol guardiana y más valiente que tenío en toa mi vida pastoril... y que sos puedo decil de mi carea... ese, ese ya os diré cómo es otro día.
Güeno, que yo tamién me alegro de haber saludao a tantos alamilleros de fuera, que paece tienen una cuerda atá a las pezuñas y ésta a su vez cogía en un clavo que se hunde en la tierra (como cuando se ataban las bestias en las eras), por lo que no les queda más remedio que volver al lugar donde está clavá la estaca, que no es más que nuestro Alamillo. Paece tos los años, estos días de la Semana Santa, que tos juntitos, Alamillo es más Alamillo.
Güeno, que me voy con las borregas, que esta noche las he dejao en un cercón, junto con sus borreguillos, que digo ya se habrán hartao de mamar, asín que los voy a desapartal hasta la tarde, que se arrejunten otra vez madres e hijos, que es lo más natural, pero durante el día las madres tien que pacel tranquilamente, pa luego dal mejhor leche... güeno, güeno, qué rollo borreguil... Ah, y no sos preocupéis por que la zorra me pueda matal algún borrego, que tengo una mastina que me regalarón unos amigos de Castuera, que es la perra mejol guardiana y más valiente que tenío en toa mi vida pastoril... y que sos puedo decil de mi carea... ese, ese ya os diré cómo es otro día.