Igualmente, mi más sentido pésame a la familia de Manolo: sin dudarlo, su alma está seguro paseándose por entre los tamujos de los arroyos, o buscando algún espárrago por el río, o sentado bajo la sombra de una encina en flor, esperando a San Antonio para procesionar impoluta por las calles del pueblo.
Un abrazo familia.
Un abrazo familia.