![vista del pueblo](/fotos_reducidas/7/1/8/00337718.jpg)
Güenos días, alamilleros de dentro y de fuera. Estoy en sierra con las borregas, a punto de tiral pal puerto donde las tengo paciendo, y no dejo de acordame de la gente que está en el pueblo y en la parte de La Mancha, Extremadura y Andalucía. Y viene esto a cuento de la noche templa que´mos tenío aquí en sierra, lo que no es habitual, que aquí suele hacel fresquejo, por lo que no quiero ni pensal como ha tenío que ser el día pasao y la nochecita alcudiana. Pos na, a bebel agua frequita del botijo y a resoplal…
Quiero decil a mi familia y amigos que, aunque aquí en sierra se está fresquito y mis borregas están la mal de contentas, no dejo de acordame del pueblo y del Valle de Alcudia. Cuando ando por los rasos de estos hermosos puertos, pisando yerba nueva y sintiendo el fresco aire serrano en mi cara, se me viene a la nariz el olor a pasto, y a gamarzas cuando pasas rozándolas con los pies, y a poleos del río, y a las higueras de los huertos. Tamién se me viene a la vista el sol saliendo en ascuas por la parte de Puertollano, el pueblo blanqueando entre el dorado amarillear del pasto y el verdinegruzco color de las encinas; y tengo que entornal los ojos porque se me ciegan na más de acordame de tanta luz coma hay allí; y tamién me sube un sofoco desde los andentros, que me hace pensal que estoy en medio de un rastrojo con mis borregas, y hasta me aparto, mecánicamente, las rabiosas moscas y los tábanos, que no los hay por estas alturas. Güeno… y del ajoblanco… ¡ay madre lo que m´acuerdo del ajoblanco!... con su yelecito, su tomate y su pepino nadando… ¡ay!
En fin que aunque haga calol sois unos privilegiaos los que estáis en el pueblo, y yo en estas sierras no dejo de acordame de vusotros, y de to lo que hay allí, y como pueda escapame pa la Feria, me escapo, aunque luego tenga que volvel a estas hermosas sierras a por mis borregas. Ah, y recordal lo que le dijo un pastol de estos lares a Don Antonio Machado: “Nadie es más que nadie”, que en lenguaje alamillero puede sel: “Nadien es más que nadien”, y si lo pasamos a la lengua del vecino y hermano Valle de los Pedroches, seríe: “Naiden es más que naiden”.
Un abrazo, alamilleros.
Quiero decil a mi familia y amigos que, aunque aquí en sierra se está fresquito y mis borregas están la mal de contentas, no dejo de acordame del pueblo y del Valle de Alcudia. Cuando ando por los rasos de estos hermosos puertos, pisando yerba nueva y sintiendo el fresco aire serrano en mi cara, se me viene a la nariz el olor a pasto, y a gamarzas cuando pasas rozándolas con los pies, y a poleos del río, y a las higueras de los huertos. Tamién se me viene a la vista el sol saliendo en ascuas por la parte de Puertollano, el pueblo blanqueando entre el dorado amarillear del pasto y el verdinegruzco color de las encinas; y tengo que entornal los ojos porque se me ciegan na más de acordame de tanta luz coma hay allí; y tamién me sube un sofoco desde los andentros, que me hace pensal que estoy en medio de un rastrojo con mis borregas, y hasta me aparto, mecánicamente, las rabiosas moscas y los tábanos, que no los hay por estas alturas. Güeno… y del ajoblanco… ¡ay madre lo que m´acuerdo del ajoblanco!... con su yelecito, su tomate y su pepino nadando… ¡ay!
En fin que aunque haga calol sois unos privilegiaos los que estáis en el pueblo, y yo en estas sierras no dejo de acordame de vusotros, y de to lo que hay allí, y como pueda escapame pa la Feria, me escapo, aunque luego tenga que volvel a estas hermosas sierras a por mis borregas. Ah, y recordal lo que le dijo un pastol de estos lares a Don Antonio Machado: “Nadie es más que nadie”, que en lenguaje alamillero puede sel: “Nadien es más que nadien”, y si lo pasamos a la lengua del vecino y hermano Valle de los Pedroches, seríe: “Naiden es más que naiden”.
Un abrazo, alamilleros.