ALAMILLO: Ay, Don Antonio: ¡cuánto lo admiro! Usted sí que es...

Ay, Don Antonio: ¡cuánto lo admiro! Usted sí que es mi Maestro. Sí; si Cristo es mi guía hacia el no-ser, usted, Antonio Machado, me resuelve lo que Lao Tsé llamó “el misterio de la unidad del ser con el no-ser”. Sus aforismos me recuerdan los sabios sutras del Buda: “Entre el vivir y el soñar hay una tercera cosa. Adivínala”. Yo sé que es esa tercera cosa, Don Antonio; pero tampoco olvido que “es el mejor de los buenos el que sabe que en la vida todo es cuestión de medida: un poquito más, algo menos”.

Don Antonio, Miguel, Federico... gracias...
Respuestas ya existentes para el anterior mensaje:
pues entendi todo de tu mensajes anterior pero no entendi nada de nada de este. No te enfades pero son cosas que no me interesan y que no se nada de nada. Un abrazo niño y que todo te salga bien en tu regreso con tus ovejas al valle de Alcudia.