Oh, Gran Espíritu
que dejas oir tu voz en el viento,
y que con tu aliento das la vida a todo ser,
escúchame:
Soy pequeño y débil.
Te necesito.
Ayúdame a caminar en la Belleza y a que mis ojos
sepan contemplar cada roja y púrpura puesta de sol.
Haz que mis manos respeten todo lo que has hecho,
y que mis oídos se agudicen para escuchar tu voz.
Hazme sabio para que pueda comprender
todo lo que puedas enseñarme.
Déjame aprender las lecciones que nos das
en el agua que fluye, en cada hoja y en cada roca, en cada animal,
en cada mujer y cada hombre, en uno mismo.
Busco la inteligencia y la fuerza
no para ser más grande que mi hermano,
sino para luchar contra mi más grande enemigo:
YO MISMO.
Oh, misterioso GRAN SER:
enséñame a confiar
para que pueda entrar en mi espacio sagrado
que eres TÚ,
y así amar más allá de mi miedo,
y caminar en la Belleza
con el paso de cada glorioso Sol.
Ayúdame a que siempre esté listo para llegar a TI
con las manos limpias y los ojos abiertos,
para que cuando la vida se apague, como una puesta de sol,
mi espíritu pueda venir a TI sin avergonzarte.
que dejas oir tu voz en el viento,
y que con tu aliento das la vida a todo ser,
escúchame:
Soy pequeño y débil.
Te necesito.
Ayúdame a caminar en la Belleza y a que mis ojos
sepan contemplar cada roja y púrpura puesta de sol.
Haz que mis manos respeten todo lo que has hecho,
y que mis oídos se agudicen para escuchar tu voz.
Hazme sabio para que pueda comprender
todo lo que puedas enseñarme.
Déjame aprender las lecciones que nos das
en el agua que fluye, en cada hoja y en cada roca, en cada animal,
en cada mujer y cada hombre, en uno mismo.
Busco la inteligencia y la fuerza
no para ser más grande que mi hermano,
sino para luchar contra mi más grande enemigo:
YO MISMO.
Oh, misterioso GRAN SER:
enséñame a confiar
para que pueda entrar en mi espacio sagrado
que eres TÚ,
y así amar más allá de mi miedo,
y caminar en la Belleza
con el paso de cada glorioso Sol.
Ayúdame a que siempre esté listo para llegar a TI
con las manos limpias y los ojos abiertos,
para que cuando la vida se apague, como una puesta de sol,
mi espíritu pueda venir a TI sin avergonzarte.