YO TAMBIÉN ME OLVIDO, A VECES. Si he recordado, otras que escribías cosas interesantes. Aunque no escriba, en Aldea, tan a menudo como en otros lugares, si leo. y si me he acordado de ti. Ayer, entré y leí, como los agonizantes peces, (tiburones) aplican su repugnante nocturnidad,, y se me erizan los cabellos, por haber detestado desde siempre las felonías, con las que desgraciadamente tuve que convivir. Leo algunas opiniones, que por estar completamente de acuerdo, a veces me consuelo ante el hecho de saber, que no estoy solo.
No es lo mío solamente, hilvanar un poema, que me lleva, a imaginar golondrinas, volando a mi alrededor, como cuando mis cabellos no mostraban estas abundantes canas. Me estoy refiriendo a las golondrinas de Bequer. Otras me voy por Neruda, a quien con el primero, leí hace muchos años (después nada) os leo y me leo. Hoy mismo, creo que "ME escribiré" algo. para mi satisfacción personal, y si a alguien satisfago, tanto mejor.
Creo, recordar que Bequer hablaba de "una saeta voladora" pues bien, hoy voy a volar, voy a retroceder en el tiempo, y poner nombre a unos hechos. no se si lo lograré.
EN ESTA TARDE
en muchas tardes estás ahí...
Te adivino.
Te nombro:
regreso a ti.
Cuando la tarde se acaba.
Cuando las sombras se alargan.
Cunado nace la oscuridad:
yo y mi tristeza están en TI.
! No!-déjame pensar-
Se muy bien que aquellas golondrinas
! Jamás, jamás volverán!
Se muy bien que en la noche
se recogen las palomas
y que el gilguero
no cantará jamas en nuestro nido
-Es el destino-
Pero LLEGAS:
en la tarde llegas tu
para alumbrar mi tristeza...
para acompañar mi soledad.
Y te pienso.
y te pronuncio...
y te llamo
porque ACUDES
E inconsciente alargo mi mano
y de el firmamento
para ofrecerte una estrella:
! Aquella!
Aquella que alumbró aquel verano.
No consigo alcanzarla.
La noche se me acaba.
El río murmura, no se que palabras
y regreso mis manos vacías
doliéndome el alma...
Tu no estás.
LIBERTAD.
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