Decía, hace solo unos minutos que sentía gran contento "haber regresado" aunque como señalo ha sido de rebote.
Acabo de leer, brillantes discursos, moderados e instructivos, al menos para mi, cuyo dominio de la lengua (ya señalo que la culpa no es mía...) no es precisamente "une lumiere". tampoco voy a insistir que lo aprendí muy sólito, y que determinados acontecimientos, propiciaron y que en un largo y muy estimable escrito señalan sobre hechos de la locura colectiva como consecuencia de La Guerra Civil... yo estaría en todo de acuerdo pero con matices, que puede un día señale... como vivencias niñas, y lo aprendido después. He leído a Moa, entre otros y también leí en otro país, cuando aquí no se leía, diferentes opiniones, que me llenaron de estupor, por sentirme engañado... Yo entendí que no tenían derecho, a no contarme la verdad... Ya era mayor, y esto me sumió en el desencanto, durante un tiempo. se pide olvido... esto para algunos es muy difícil. yo me puse de parte de estos. y por esto mismo entiendo la critica de Saturnino, al igual que entiendo la moderada postura de quien escribe largo y sereno. Pero yo viví lo mas detestable para mi una dictadura, sanguinaria, que me la presentaron como gloriosas, y que yo miraba con recelo. Quise saber o verlo desde otro angulo y me marché mas allá de nuestras fronteras.
Allí encontré a españoles, que te contaban cosas diferentes, y hasta me reprocharon, con ira a veces mi ignorancia... hasta alguno no ocultó su desprecio, cuando supo de donde yo venía; lo que me hizo suponer que yo era su enemigo... porque su enemigo era la dictadura. Me sentí extraviado hasta que me encontré. Entendí el porque mi padre era un hombre silencioso y cuando hablaba, lo hacía, dentro de la prudencia impuesta, asqueado de lo que le tocó vivir, y precisamente dentro de nuestra comunidad.
Dicho lo dicho, saco como conclusión que cada cual cuenta la feria según la ha vivido o le ha hablado de ELLA. Yo me he preguntado y pregunto aún el porqué de la dictadura y siempre he encontrado la misma respuesta. Que cuando se trata de imponer algo a la fuerza, se asesina a la
LIBERTAD.
Yo podría haber odiado a quienes por unos días me odiaron y que a mi mismo me habían enseñado a odiar. Pues bien, si aprendí a odiar todo signo dictatorial, de esto que me pusiera el nombre con el que firmo siempre.
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