Aquí va otra de Francisca Benítez:
"AL JOVEN CAMPESINO DE MI TIERRA (págs. 67-68)
Los jóvenes aldeanos/ igual que de otros lugares, / eran los mozos briosos/ que dejaban sus hogares.
En este trasiego del pueblo/ a las grandes ciudades, / salían con ilusión y euforia/ dejando sus tareas rurales.
Por esos prados de ilusiones/ ¿qué busca el joven campesino?/ Encuentran muchas bellotas/ igual que diamantes finos.
Lo mismo que el hijo pródigo/ un día lo piensan mejor, / la ciudad se les hace incómoda/ "ruidos, prisas", es la civilización.
Y surgen de todas partes/muchachos muy decididos, / con ayuda del Estado/ empiezan nuevos caminos.
No es deshonra ser del campo/ no sois gañanes de antaño, / sois señores que se duchan/ lavándose pies y manos...
El labrador que es alegre/ y entona con sentimiento, / cuando canta su tonada/ Dios manda callar al viento.
Este el mozo de la tierra mía/ el que entero en la vida se derrama, / porque a vivirla generoso viene/ trabaja, reza y ama...
Vosotros mozos del campo/ de este apacible lugar, / sois la mano que trabaja/ la que planta y la que riega, / la que poda y la que taja, / la que siembra y la que siega.
El sol baña los campos/ y conforta el corazón, / sudoroso en la besarra/ así canta el labrador.
Dice la mi morena/ que cuando vengo de arar, / se entristecen los campos/ y se alegra este lugar.
Porque él es el alma del terruño/ él es lengua del paisaje mudo, / y él que alegra el lugar a su regreso/ tostado por el sol fecundo.
Vuelve al pueblo cansado/ en busca del pedazo de cariño, / la cena en el hogar risueño/ con las caricias de un niño/ y unas horas dulcísimas, de sueño.
"Así dijo un sabio"/ Sudor de mil labradores/ ideas que son ideales, / y el saber de cien doctores, / son dos tesoros iguales..." (sic)
Mi gratitud por su sensibilidad y amabilidad, estimado colega de las estrellas. A usted debemos el establecimiento de esta especie de juegos florales. Que cunda el ejemplo, y trasladen al foro más poemas de nuestros poetas locales.
El jardinero de las nubes.
[GoogleBarVIP= 8].
"AL JOVEN CAMPESINO DE MI TIERRA (págs. 67-68)
Los jóvenes aldeanos/ igual que de otros lugares, / eran los mozos briosos/ que dejaban sus hogares.
En este trasiego del pueblo/ a las grandes ciudades, / salían con ilusión y euforia/ dejando sus tareas rurales.
Por esos prados de ilusiones/ ¿qué busca el joven campesino?/ Encuentran muchas bellotas/ igual que diamantes finos.
Lo mismo que el hijo pródigo/ un día lo piensan mejor, / la ciudad se les hace incómoda/ "ruidos, prisas", es la civilización.
Y surgen de todas partes/muchachos muy decididos, / con ayuda del Estado/ empiezan nuevos caminos.
No es deshonra ser del campo/ no sois gañanes de antaño, / sois señores que se duchan/ lavándose pies y manos...
El labrador que es alegre/ y entona con sentimiento, / cuando canta su tonada/ Dios manda callar al viento.
Este el mozo de la tierra mía/ el que entero en la vida se derrama, / porque a vivirla generoso viene/ trabaja, reza y ama...
Vosotros mozos del campo/ de este apacible lugar, / sois la mano que trabaja/ la que planta y la que riega, / la que poda y la que taja, / la que siembra y la que siega.
El sol baña los campos/ y conforta el corazón, / sudoroso en la besarra/ así canta el labrador.
Dice la mi morena/ que cuando vengo de arar, / se entristecen los campos/ y se alegra este lugar.
Porque él es el alma del terruño/ él es lengua del paisaje mudo, / y él que alegra el lugar a su regreso/ tostado por el sol fecundo.
Vuelve al pueblo cansado/ en busca del pedazo de cariño, / la cena en el hogar risueño/ con las caricias de un niño/ y unas horas dulcísimas, de sueño.
"Así dijo un sabio"/ Sudor de mil labradores/ ideas que son ideales, / y el saber de cien doctores, / son dos tesoros iguales..." (sic)
Mi gratitud por su sensibilidad y amabilidad, estimado colega de las estrellas. A usted debemos el establecimiento de esta especie de juegos florales. Que cunda el ejemplo, y trasladen al foro más poemas de nuestros poetas locales.
El jardinero de las nubes.
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