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El pájaro de acero esparció sus alas al viento. Montado en su grupa iba yo, viendo desfilar los corredores de nubes y los mapas del orbe allá abajo.
Aquí es donde se encuentra la morada por la que mi pecho se hincha de suspiros, iba pensando mientras tanto. Aquí veo otro rostro y otra cola de caballo; los veo distintos a cada momento. Si mi temperamento es un arroyo desbordado, no busques ligaduras para mí en esas fajas de tierra.
Yo por adorar a una flor, las adoro a todas; por escuchar una canción, ando escuchándolas todas.
Los caminos me han traído a orillas del lago Trasimeno. En una de sus islas he ayunado cuarenta días con sus noches. Luego he vuelto a sentir la llamada de las alturas, y mis piernas han trepado por montes sin cuento.
Y aquí me tienes de nuevo, a la orilla del lago Trasimeno, donde mis ojos se han perdido entre las estrellas de la primavera.
Aquí me quedaré hasta que la tierra me rechace de su seno.
El jardinero de las nubes.
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Aquí es donde se encuentra la morada por la que mi pecho se hincha de suspiros, iba pensando mientras tanto. Aquí veo otro rostro y otra cola de caballo; los veo distintos a cada momento. Si mi temperamento es un arroyo desbordado, no busques ligaduras para mí en esas fajas de tierra.
Yo por adorar a una flor, las adoro a todas; por escuchar una canción, ando escuchándolas todas.
Los caminos me han traído a orillas del lago Trasimeno. En una de sus islas he ayunado cuarenta días con sus noches. Luego he vuelto a sentir la llamada de las alturas, y mis piernas han trepado por montes sin cuento.
Y aquí me tienes de nuevo, a la orilla del lago Trasimeno, donde mis ojos se han perdido entre las estrellas de la primavera.
Aquí me quedaré hasta que la tierra me rechace de su seno.
El jardinero de las nubes.
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