Amigos todos:
Hoy me encuentro muy cerca de Huelva, con un calor asfixiante. Estoy cerca de la desembocadura del río Guadiana, a muy pocos kilómetros.
Observo a lo lejos el Oceano Atlántico y pequeños entrantes y salientes de la tierra al mar y de ésta en aquél. Los colores verde de la vegetación y azul del mar se entremezclan y confunden al visitante. Mientras las gaviotas revolotean por el agua y dos enamorados pasean por la arena de la playa. ¡Qué foto¡ ¡Qué belleza¡
Pero cuánto echo de menos el calor de mi pueblo, el calor de la Aldea.Cuando salía de casa de mis padres y atravesaba la calle para ir a algún sitio.Me achicharraba con ese sol de justicia distinto por completo a este calor pegajoso.Recuerdo de mi infancia que cuando iba a la escuela con mi trozo de papatera y mi trozo de pan moreno, el maestro nos hablaba del mar. Nos leía poesía del mismo. El reconocía que nunca lo habia visto. Los tiempos han cambiado, hoy ya veo por estas playas gran cantidad de veraneantes. Mis felicitaciones a los "maestros" por sus merecidas vacaciones y por el bien que nos hicieron explicándonos cosas que ellos - a lo peor - no habían visto. Un último aviso mucho cuidado con la carretera. Pensad que lo importante no es ir de vacaciones sino volver. Saludos y abrazos y feliz verano a todos. Vuestro amigo.
El amigo conductor.
Hoy me encuentro muy cerca de Huelva, con un calor asfixiante. Estoy cerca de la desembocadura del río Guadiana, a muy pocos kilómetros.
Observo a lo lejos el Oceano Atlántico y pequeños entrantes y salientes de la tierra al mar y de ésta en aquél. Los colores verde de la vegetación y azul del mar se entremezclan y confunden al visitante. Mientras las gaviotas revolotean por el agua y dos enamorados pasean por la arena de la playa. ¡Qué foto¡ ¡Qué belleza¡
Pero cuánto echo de menos el calor de mi pueblo, el calor de la Aldea.Cuando salía de casa de mis padres y atravesaba la calle para ir a algún sitio.Me achicharraba con ese sol de justicia distinto por completo a este calor pegajoso.Recuerdo de mi infancia que cuando iba a la escuela con mi trozo de papatera y mi trozo de pan moreno, el maestro nos hablaba del mar. Nos leía poesía del mismo. El reconocía que nunca lo habia visto. Los tiempos han cambiado, hoy ya veo por estas playas gran cantidad de veraneantes. Mis felicitaciones a los "maestros" por sus merecidas vacaciones y por el bien que nos hicieron explicándonos cosas que ellos - a lo peor - no habían visto. Un último aviso mucho cuidado con la carretera. Pensad que lo importante no es ir de vacaciones sino volver. Saludos y abrazos y feliz verano a todos. Vuestro amigo.
El amigo conductor.