Por cierto, ni me alegro ni voy a llorar por que el cura esté en esa situación, pero el se lo ha buscado, nadie odia por odiar. Y si el pueblo le odia, o al menos yo, será por algo. Más que un sacerdote, ha sido un genial funcionario eclesiástico, un empresario de la iglesia, pues ha ampliado beneficios y se ha hecho un verdadero magnate... Ahora, como sacerdote, no es que haya dejado mucho que desear... Es que ha dejado "todo" por desear.
Don pedro girón.
Don pedro girón.