Gracias Duende, de corazón te lo digo, lo mismo que a ti, Libertad.
Estoy al borde de las lágrimas. Esta noche una chica de Aldea que no tiene estudios (como se autocalifica, aunque tiene algo un millón de veces más valioso) me ha contado una historia sobre Emilio "Riñegatas" y su perrillo, que yo no sabía se llamaba "Miki". Y vive Dios, que aunque mi vida acabe con parecida soledad, hice bien cuando escribí sobre Emilio, un hombre bueno y solitario que sembró flores en la tumba de sus padres y en los dos años que hace que murió ninguna flor se ha posado en su tumba.
Soy un hombre maduro y castigado por la vida y la salud. No salen mis lágrimas fácilmente, pero ahora no las puedo reprimir... porque mis palabras hicieron que la chica que digo le pusiera a Emilio una flor de recuerdo.
El jardinero no ha llorado nunca escribiendo en este foro; no ha llorado desde hace mucho tiempo. Pero esta noche he aprendido la lección de nuestra amiga: Dios no permitirá que se olviden de las buenas personas. ¡Qué fluyan las lágrimas en libertad, lo mismo que las palabras!
Emilio, ya no me escuchas... Los dos estaremos algún día en compañía en el camposanto. No nos llevarán flores, pero lloverá sobre nosotros... y a lo mejor brotan de nuestras lápidas esas flores que me dijiste se llamaban dientes de león... Hasta nuestra reunión, Emilio.
Gracias a ti y bendita seas por siempre, "chica del pueblo que no tienes cultura". Gracias por el tesoro de las lágrimas de emoción, y ríanse de mí si les place.
El jardinero de las nubes.
http://eljardinerodelasnubes. blogspot. com/
Estoy al borde de las lágrimas. Esta noche una chica de Aldea que no tiene estudios (como se autocalifica, aunque tiene algo un millón de veces más valioso) me ha contado una historia sobre Emilio "Riñegatas" y su perrillo, que yo no sabía se llamaba "Miki". Y vive Dios, que aunque mi vida acabe con parecida soledad, hice bien cuando escribí sobre Emilio, un hombre bueno y solitario que sembró flores en la tumba de sus padres y en los dos años que hace que murió ninguna flor se ha posado en su tumba.
Soy un hombre maduro y castigado por la vida y la salud. No salen mis lágrimas fácilmente, pero ahora no las puedo reprimir... porque mis palabras hicieron que la chica que digo le pusiera a Emilio una flor de recuerdo.
El jardinero no ha llorado nunca escribiendo en este foro; no ha llorado desde hace mucho tiempo. Pero esta noche he aprendido la lección de nuestra amiga: Dios no permitirá que se olviden de las buenas personas. ¡Qué fluyan las lágrimas en libertad, lo mismo que las palabras!
Emilio, ya no me escuchas... Los dos estaremos algún día en compañía en el camposanto. No nos llevarán flores, pero lloverá sobre nosotros... y a lo mejor brotan de nuestras lápidas esas flores que me dijiste se llamaban dientes de león... Hasta nuestra reunión, Emilio.
Gracias a ti y bendita seas por siempre, "chica del pueblo que no tienes cultura". Gracias por el tesoro de las lágrimas de emoción, y ríanse de mí si les place.
El jardinero de las nubes.
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