Extraña sociedad la nuestra. Se reivindica continuamente el derecho a la libertad de expresión, tal como aparece recogido en el artículo 20 de la Constitución Española; pero un poco antes, en el artículo 18, se dice: “Se garantiza el derecho al honor, a la intimidad personal y familiar y a la propia imagen”. ¿Resulta lógico que una persona de este foro abogue por el artículo 20 (“viva la libertad de expresión “) y en cambio parezca ningunear el artículo 18 (“Una sugerencia señora concejala de festejos, el que usted sea la responsable de fiestas y pantomimas no quiere decir que tenga que ir siempre vestida de PAYASO Y FOLCLORICA, sea coherente y responsable que de eso carece de responsabilidad”). Y digo yo: ¿esa señora no tiene el mismo derecho a ir vestida como le dé la real y santísima gana que el otro señor a expresarse libremente y de la forma que quiera? ¿Es que el artículo 20 está por encima del 18? ¿Es que la libertad de expresión es más importante que el derecho al honor y la libertad de imagen? Si se sigue el juego democrático hay que ser “coherente y responsable” con todos los artículos del documento sobre el que se funda la democracia en este país.
Extraña sociedad la nuestra. Aunque esta sociedad crea haber tocado techo con un documento regulador de los derechos y libertades de los individuos, siempre salen a relucir los instintos primarios: el revanchismo, el rencor, el odio… Cada vez me siento menos identificado con esta sociedad y su retahíla de papeles mojados; cada vez apetezco más abandonarme a Dios, lo que verdaderamente ha dado empuje, sentido y sentimiento a mi vida.
En la palabra de Dios se menciona la corrección al prójimo, pero no el odio: “No odiarás a tu hermano, sino que le corregirás para no hacerte culpable por su causa” (Lv 19, 17). Si yo en lugar de expresar mis quejas respetuosamente por la mediocre labor del equipo de gobierno los cubro de insultos e improperios, ¿no estoy dejando entrever aún peor mediocridad que la de ellos?
Reprochables son asimismo los gobernantes que tratan de dar una imagen de que todo está correcto, utilizando herramientas de escandalosa parcialidad, como ese periódico llamado “Oretania”. Y es que está escrito: “Pretenden curar por encima la herida de mi pueblo, diciendo: << ¡Todo va bien! ¡Todo va bien!>>; pero nada va bien” (Jr 8, 11). Ellos mismos se ponen en evidencia con sus obras; no dejemos que se aparte la razón de nuestro lado recurriendo al insulto. Entonces, si empleamos el insulto, no nos verán como un pueblo, sino como un hatajo de camorristas.
¿Qué de malo hay que haya habido unos días de bonanza en el foro? Todo en la vida es necesario, y el hombre no sólo vive del insulto y crispación. Los que preferimos otro género de vida, otra alternativa, podemos estar expuestos al sarcasmo. Y que venga en buena hora si nos sentimos bien en el interior de nuestras almas. La vida del foro no sólo es censurar lo mal que lo hacen los del equipo de gobierno, sino los pensamientos y los anhelos de expresión de tantos foristas como tenemos la fortuna de estar presentes. Y siempre habrá alguien que todo lo vea mal, y acaso sea un rasgo de locura decir: “ ¡Ay de los que llaman mal al bien, que toman las tinieblas por luz y la luz por tinieblas, que consideran a lo amargo dulce y a lo dulce amargo!” (Is 5, 20). Y ésta es mi opinión y el fundamento de mi libertad de expresión: mi amor a la palabra de Dios. Pueden tomarme, en virtud de la libertad de expresión, por loco y vocero de algo que no tiene sentido. Pero, por la misma razón, yo puedo albergar parecidas opiniones por los que para expresarse recurren al insulto. Acaso les resulte cómodo pensar que se me ha ido la pinza, pero no puedo apoyar nada que atente contra mi conciencia.
Deliciosos tus cuentos, amiga flor. No me los imagino cubiertos de suciedad; pero en la extraña sociedad en que vivimos, siempre habrá alguien que se burle de ellos. Al final, la única opinión que importa es la tuya propia. Sigue adelante, si crees que debes hacerlo. No faltará quien te lo sepa agradecer.
El jardinero de las nubes.
http://eljardinerodelasnubes. blogspot. com/
Extraña sociedad la nuestra. Aunque esta sociedad crea haber tocado techo con un documento regulador de los derechos y libertades de los individuos, siempre salen a relucir los instintos primarios: el revanchismo, el rencor, el odio… Cada vez me siento menos identificado con esta sociedad y su retahíla de papeles mojados; cada vez apetezco más abandonarme a Dios, lo que verdaderamente ha dado empuje, sentido y sentimiento a mi vida.
En la palabra de Dios se menciona la corrección al prójimo, pero no el odio: “No odiarás a tu hermano, sino que le corregirás para no hacerte culpable por su causa” (Lv 19, 17). Si yo en lugar de expresar mis quejas respetuosamente por la mediocre labor del equipo de gobierno los cubro de insultos e improperios, ¿no estoy dejando entrever aún peor mediocridad que la de ellos?
Reprochables son asimismo los gobernantes que tratan de dar una imagen de que todo está correcto, utilizando herramientas de escandalosa parcialidad, como ese periódico llamado “Oretania”. Y es que está escrito: “Pretenden curar por encima la herida de mi pueblo, diciendo: << ¡Todo va bien! ¡Todo va bien!>>; pero nada va bien” (Jr 8, 11). Ellos mismos se ponen en evidencia con sus obras; no dejemos que se aparte la razón de nuestro lado recurriendo al insulto. Entonces, si empleamos el insulto, no nos verán como un pueblo, sino como un hatajo de camorristas.
¿Qué de malo hay que haya habido unos días de bonanza en el foro? Todo en la vida es necesario, y el hombre no sólo vive del insulto y crispación. Los que preferimos otro género de vida, otra alternativa, podemos estar expuestos al sarcasmo. Y que venga en buena hora si nos sentimos bien en el interior de nuestras almas. La vida del foro no sólo es censurar lo mal que lo hacen los del equipo de gobierno, sino los pensamientos y los anhelos de expresión de tantos foristas como tenemos la fortuna de estar presentes. Y siempre habrá alguien que todo lo vea mal, y acaso sea un rasgo de locura decir: “ ¡Ay de los que llaman mal al bien, que toman las tinieblas por luz y la luz por tinieblas, que consideran a lo amargo dulce y a lo dulce amargo!” (Is 5, 20). Y ésta es mi opinión y el fundamento de mi libertad de expresión: mi amor a la palabra de Dios. Pueden tomarme, en virtud de la libertad de expresión, por loco y vocero de algo que no tiene sentido. Pero, por la misma razón, yo puedo albergar parecidas opiniones por los que para expresarse recurren al insulto. Acaso les resulte cómodo pensar que se me ha ido la pinza, pero no puedo apoyar nada que atente contra mi conciencia.
Deliciosos tus cuentos, amiga flor. No me los imagino cubiertos de suciedad; pero en la extraña sociedad en que vivimos, siempre habrá alguien que se burle de ellos. Al final, la única opinión que importa es la tuya propia. Sigue adelante, si crees que debes hacerlo. No faltará quien te lo sepa agradecer.
El jardinero de las nubes.
http://eljardinerodelasnubes. blogspot. com/