
Me llena de satisfacción encontrar en el Foro gente sensible, viva, que posee sentimientos, que piensa, que está disconforme con la vida y la sociedad, que suspira por la justicia y la solidaridad. Me produce placer espiritual encontrarme, aunque sea bajo la máscara virtual de la informática, con personas como vosotros, Libertad y Jardinero.
Estimado Libertad.
Yo no he dicho que los Servicios Sociales Públicos no atiendan a los necesitados, sino que de los 800.000 atendidos por Cáritas en 2009, muchos de ellos anteriormente habían pasado por dichos Servicios Sociales Públicos sin recibir atención a sus necesidades. Por supuestos que los recursos se agotan. Mas, ¿no crees tú, como ya expuse en comentario anterior - <Una afrenta a la solidaridad> -, que nuestra “clase política”, viviendo a lo grande de los recursos de todos, podrían tener sueldos e ingresos menores, gastar menos, despilfarrar menos, y con todo eso atender más y mejor a quienes realmente lo necesitan?.
Valoro, como tú haces, más a quien da no teniendo, que al que da teniendo mucho.
Un amigo mío, un sacerdote ya fallecido, una buena persona, un hombre de fe razonable; me decía: <La gente da a Cáritas muchas cosas... usadas; zapatos, camisas, pantalones, chaquetas... y creen que hacen una meritoria obra de caridad>. Y seguía: <Pero eso que dan, lo dan porque a ellos ya no les sirve, lo han desechado. Para que esa obra de caridad fuera realmente meritoria, lo que deberían hacer, puestos a dar y practicar la caridad, es en vez de unos zapatos, camisa, chaqueta y pantalones usados, comprarles unos nuevos y dárselos. Eso sí sería auténtica caridad. La caridad tiene que costar>.
Estimado Jardinero.
Con tu intervención en el Foro para referirte a un comentario mío, tengo que decirte que prendiste la mecha de algo que llevo dentro, que me impulsa, me guía, me hace vivir, soñar y existir: mi fe operante, mi fe asistida también por la razón, mi fe en alguien, Jesús, que sé que me ama, y que es nuestra única vía de salvación. No soy como Lutero, en muchas cosas admirado, que afirmaba que sólo la fe salva, no; considero y así pretendo actuar, acompañar mi fe de obras. San Pablo decía:<Dices que tienes fe; muéstrame tus obras>.
Sobre la conciencia desde muy pequeño me inculcaron que era como una lucecita interior que nos ilumina y nos indica lo que está bien y lo que está mal. Este referente lo sigo teniendo en mente. El filósofo Immanuel Kant afirmaba que el fin de la vida era la felicidad, el triunfo del bien y la paz perpetua. Era un deísta. Aunque en esta vida no logremos la felicidad, el triunfo del bien y la paz perpetua; creo absolutamente en la justicia de Dios. El malvado acabará pagando por su maldad; el virtuoso, ésos a los que Jesús se refiere en la Bienaventuranzas, terminarán por ser felices. Pero la justicia divina que reinará al final de los tiempos, Jesús nos dijo que deberíamos intentar irla estableciendo en esta vida, hasta su consumación en la otra.
Gracias, de corazón, por vuestras respuestas. Confiemos en Jesús, profundicemos en su mensaje y sus obras, intentemos ser cada día, cada año, mejores. Todos estamos llamados a trabajar en la “Viña del Señor”.
Saludos muy cordiales.
Estimado Libertad.
Yo no he dicho que los Servicios Sociales Públicos no atiendan a los necesitados, sino que de los 800.000 atendidos por Cáritas en 2009, muchos de ellos anteriormente habían pasado por dichos Servicios Sociales Públicos sin recibir atención a sus necesidades. Por supuestos que los recursos se agotan. Mas, ¿no crees tú, como ya expuse en comentario anterior - <Una afrenta a la solidaridad> -, que nuestra “clase política”, viviendo a lo grande de los recursos de todos, podrían tener sueldos e ingresos menores, gastar menos, despilfarrar menos, y con todo eso atender más y mejor a quienes realmente lo necesitan?.
Valoro, como tú haces, más a quien da no teniendo, que al que da teniendo mucho.
Un amigo mío, un sacerdote ya fallecido, una buena persona, un hombre de fe razonable; me decía: <La gente da a Cáritas muchas cosas... usadas; zapatos, camisas, pantalones, chaquetas... y creen que hacen una meritoria obra de caridad>. Y seguía: <Pero eso que dan, lo dan porque a ellos ya no les sirve, lo han desechado. Para que esa obra de caridad fuera realmente meritoria, lo que deberían hacer, puestos a dar y practicar la caridad, es en vez de unos zapatos, camisa, chaqueta y pantalones usados, comprarles unos nuevos y dárselos. Eso sí sería auténtica caridad. La caridad tiene que costar>.
Estimado Jardinero.
Con tu intervención en el Foro para referirte a un comentario mío, tengo que decirte que prendiste la mecha de algo que llevo dentro, que me impulsa, me guía, me hace vivir, soñar y existir: mi fe operante, mi fe asistida también por la razón, mi fe en alguien, Jesús, que sé que me ama, y que es nuestra única vía de salvación. No soy como Lutero, en muchas cosas admirado, que afirmaba que sólo la fe salva, no; considero y así pretendo actuar, acompañar mi fe de obras. San Pablo decía:<Dices que tienes fe; muéstrame tus obras>.
Sobre la conciencia desde muy pequeño me inculcaron que era como una lucecita interior que nos ilumina y nos indica lo que está bien y lo que está mal. Este referente lo sigo teniendo en mente. El filósofo Immanuel Kant afirmaba que el fin de la vida era la felicidad, el triunfo del bien y la paz perpetua. Era un deísta. Aunque en esta vida no logremos la felicidad, el triunfo del bien y la paz perpetua; creo absolutamente en la justicia de Dios. El malvado acabará pagando por su maldad; el virtuoso, ésos a los que Jesús se refiere en la Bienaventuranzas, terminarán por ser felices. Pero la justicia divina que reinará al final de los tiempos, Jesús nos dijo que deberíamos intentar irla estableciendo en esta vida, hasta su consumación en la otra.
Gracias, de corazón, por vuestras respuestas. Confiemos en Jesús, profundicemos en su mensaje y sus obras, intentemos ser cada día, cada año, mejores. Todos estamos llamados a trabajar en la “Viña del Señor”.
Saludos muy cordiales.