
Todos estamos llamados a trabajar en la Viña del Señor (11ªp).
La anterior entrega concluía así: ¿Qué indicios y criterios son ésos?. Veamos.
Si analizamos detenidamente anotando casuísticas, comprobaremos que si a los evangelios les suprimimos los milagros quedan sin sentido. P. ej., el evangelio más antiguo y según parece el más histórico, Mc; de sus 666 vv., unos 209 hablan de milagros, un 31% de dicho evangelio hace referencia a milagros de Jesús. Además, los evangelios sin los milagros quedarían reducidos a un texto de moral; de una moral elevada pero nada más. También el reino de Dios quedaría sin anclaje. No se puede concebir la enseñanza de Jesús sin los milagros. Otro indicio significativo es que la mayoría de los milagros de Jesús tuvieron carácter público. Incluso ni Herodes Antipas, ni sus adversarios o enemigos negaron que Jesús realizó milagros. Hasta en el Talmud babilónico (Sanhedrin 43ª) se alude a la actividad taumatúrgica de Jesús. Bueno, pues, todos estos indicios son sólo eso, indicios. Existe un detalle muy importante, pues también hubo quienes tildaron a Jesús de mago. Existe, según ha puesto de manifiesto J. P. Meier en su voluminoso libro (3 tomos) <Un judío marginal. Nueva visión del Jesús histórico>, un estudio detallado y preciso sobre las diferencias entre magia y milagro. En la introducción del Ier. Tomo, se nos dice que para estudiar científicamente a nivel universitario sin prejuicios ni condicionantes previos, se reunieron en una dependencia de la Escuela de Teología de la Universidad de Harvard, un equipos de investigadores sometidos a una dieta espartana y con la prohibición de salir de allí hasta no haber alcanzado un acuerdo, reflejado en un documento, sobre quién fue Jesús de Nazaret y qué intentó en su tiempo y lugar. Este equipo de investigadores universitarios punteros estaba formado por un católico, un protestante, un judío y un agnóstico. En el cap. 18 de ese documento, III er. Tomo, el equipo llegó a las siguientes conclusiones sobre la magia y el milagro:
1ª) La palabra magia tenía connotaciones peyorativas (= negativas) en la Antigüedad.
2ª) El mago en su acción mágica utiliza un lenguaje muchas veces ininteligible, citando el nombre de muchos dioses.
3ª) El mago actúa con un interés, obtener beneficios o rentabilidad a sus actos mágicos.
4ª) Usa conjuros.
5ª) Usa sartas esotéricas.
Por el contrario Jesús:
1. Sólo pide fe a la persona objeto del milagro.
2. Utiliza frases muy cortas.
3. No usa conjuros ni frases esotéricas.
4. Todos los asistentes oyen y entienden su lenguaje.
5. No obtiene beneficios ni rentabilidad de sus milagros.
6. Sólo cita a su Padre, Dios, y a veces no.
7. Los milagros de Jesús se realizan sobre casos realmente penosos: ciego de nacimiento, tempestad calmada, bodas de Caná, sordomudo, epiléptico, hijo de la viuda de Naín, hija de Jairo, Lázaro, etc.
8. Los testigos presenciales son conscientes de las diferencias habidas en la persona objeto del milagro: enfermo-curado, ciego-ve, muerto-vive, etc.
En esta entrega hemos visto los <indicios> sobre milagros, así como la diferencia entre magia y milagro. A continuación voy sólo a citar algunos de los <criterios de autenticidad histórica> que la ciencia emplea para verificar la autenticidad-historicidad de los textos antiguos, y dentro de dicha área se encuentra el NT. Estos criterios son:
1º.- Criterio de Testimonio Múltiple.
2º.- Criterio de Discontinuidad o Desemejanza.
3º.- Criterio de Continuidad o Semejanza.
4º.- Criterio de Coherencia o Conformidad.
5º.- Estilo de Jesús.
6º.- Criterio de ambientación palestina.
7º.- Criterio de inteligencia interna del relato.
8.- Criterio de explicación necesaria.
Para concretar en qué consisten estos criterios vamos a utilizar tanto a René Latuorelle, en su libro <Milagros de Jesús y Teología del Milagro>, como a J. P. Meier, en el ya citado libro <Un judío marginal. Nueva visión del Jesús histórico>. Dos libros emblemáticos sobre este asunto.
Haaaaasta luego.
La anterior entrega concluía así: ¿Qué indicios y criterios son ésos?. Veamos.
Si analizamos detenidamente anotando casuísticas, comprobaremos que si a los evangelios les suprimimos los milagros quedan sin sentido. P. ej., el evangelio más antiguo y según parece el más histórico, Mc; de sus 666 vv., unos 209 hablan de milagros, un 31% de dicho evangelio hace referencia a milagros de Jesús. Además, los evangelios sin los milagros quedarían reducidos a un texto de moral; de una moral elevada pero nada más. También el reino de Dios quedaría sin anclaje. No se puede concebir la enseñanza de Jesús sin los milagros. Otro indicio significativo es que la mayoría de los milagros de Jesús tuvieron carácter público. Incluso ni Herodes Antipas, ni sus adversarios o enemigos negaron que Jesús realizó milagros. Hasta en el Talmud babilónico (Sanhedrin 43ª) se alude a la actividad taumatúrgica de Jesús. Bueno, pues, todos estos indicios son sólo eso, indicios. Existe un detalle muy importante, pues también hubo quienes tildaron a Jesús de mago. Existe, según ha puesto de manifiesto J. P. Meier en su voluminoso libro (3 tomos) <Un judío marginal. Nueva visión del Jesús histórico>, un estudio detallado y preciso sobre las diferencias entre magia y milagro. En la introducción del Ier. Tomo, se nos dice que para estudiar científicamente a nivel universitario sin prejuicios ni condicionantes previos, se reunieron en una dependencia de la Escuela de Teología de la Universidad de Harvard, un equipos de investigadores sometidos a una dieta espartana y con la prohibición de salir de allí hasta no haber alcanzado un acuerdo, reflejado en un documento, sobre quién fue Jesús de Nazaret y qué intentó en su tiempo y lugar. Este equipo de investigadores universitarios punteros estaba formado por un católico, un protestante, un judío y un agnóstico. En el cap. 18 de ese documento, III er. Tomo, el equipo llegó a las siguientes conclusiones sobre la magia y el milagro:
1ª) La palabra magia tenía connotaciones peyorativas (= negativas) en la Antigüedad.
2ª) El mago en su acción mágica utiliza un lenguaje muchas veces ininteligible, citando el nombre de muchos dioses.
3ª) El mago actúa con un interés, obtener beneficios o rentabilidad a sus actos mágicos.
4ª) Usa conjuros.
5ª) Usa sartas esotéricas.
Por el contrario Jesús:
1. Sólo pide fe a la persona objeto del milagro.
2. Utiliza frases muy cortas.
3. No usa conjuros ni frases esotéricas.
4. Todos los asistentes oyen y entienden su lenguaje.
5. No obtiene beneficios ni rentabilidad de sus milagros.
6. Sólo cita a su Padre, Dios, y a veces no.
7. Los milagros de Jesús se realizan sobre casos realmente penosos: ciego de nacimiento, tempestad calmada, bodas de Caná, sordomudo, epiléptico, hijo de la viuda de Naín, hija de Jairo, Lázaro, etc.
8. Los testigos presenciales son conscientes de las diferencias habidas en la persona objeto del milagro: enfermo-curado, ciego-ve, muerto-vive, etc.
En esta entrega hemos visto los <indicios> sobre milagros, así como la diferencia entre magia y milagro. A continuación voy sólo a citar algunos de los <criterios de autenticidad histórica> que la ciencia emplea para verificar la autenticidad-historicidad de los textos antiguos, y dentro de dicha área se encuentra el NT. Estos criterios son:
1º.- Criterio de Testimonio Múltiple.
2º.- Criterio de Discontinuidad o Desemejanza.
3º.- Criterio de Continuidad o Semejanza.
4º.- Criterio de Coherencia o Conformidad.
5º.- Estilo de Jesús.
6º.- Criterio de ambientación palestina.
7º.- Criterio de inteligencia interna del relato.
8.- Criterio de explicación necesaria.
Para concretar en qué consisten estos criterios vamos a utilizar tanto a René Latuorelle, en su libro <Milagros de Jesús y Teología del Milagro>, como a J. P. Meier, en el ya citado libro <Un judío marginal. Nueva visión del Jesús histórico>. Dos libros emblemáticos sobre este asunto.
Haaaaasta luego.