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ALDEA DEL REY: TODOS ESTAMOS LLAMADOS A TRABAJAR EN LA “VIÑA DEL SEÑOR”...

TODOS ESTAMOS LLAMADOS A TRABAJAR EN LA “VIÑA DEL SEÑOR” (16ªP).

Como ya hemos dicho la fiabilidad (autenticidad histórica) de los evangelios, en parte está en función de la fiabilidad de la tradición oral, y ésta está en función del cultivo de la memoria.

En las sociedades como la israelita la alfabetización era muy baja; según los analistas podría considerarse que en tiempos de Jesús entre el 3-5 por 100 de la población hebrea sabría leer y escribir, uno de los porcentajes más bajos dentro del Imperio romano. Y este dato era más propio de las zonas más urbanas, pues en la rurales este porcentaje era aún más inferior.

Quiere esto decir que el aprendizaje era más bien de carácter memorístico; y estos conocimientos se transmitían de generación en generación a través del medio oral principalmente.

Recordemos, p. ej., que la Biblia comenzó a redactarse por escrito allá por el s. X a. C., narrando acontecimientos de hasta diez siglos anteriores, época de los Patriarcas. Dijimos que las “escuelas” redaccionales fueron cuatro, Jahvista, Eloísta, Deuteronomista y Sacerdotal, y que cronológicamente el orden era J > E > D > P, siendo los tiempos X – IX-VIII – VII – VI-V a. C. Luego, hasta que se plasmaron los libros del AT por escrito, en los tiempos indicados, todo lo anterior se había transmitido oralmente, principalmente.

No obstante, tenemos en nuestro favor de cara a la fiabilidad y autenticidad de los datos transmitidos, el impresionante cultivo de la memoria que se daba en el pueblo hebreo. Este cultivo de la memoria que se iniciaba en el hogar familiar, continuaba en la escuela adyacente a la sinagoga y también en la propia sinagoga. Los israelitas dominaban de memoria libros enteros de AT.

Este procedimiento se siguió también con los libros del NT. Así, v. gr., según los datos disponibles el proceso que arranca en Jesús, seguiría el siguiente transcurrir.

· Allá por el 27/28 d. C. comienza la vida pública de Jesús de Nazaret. A partir del bautismo de Jesús por Juan en el Jordán. En este momento, precisamente, parece ser que fue cuando Jesús vio claramente cuál y en qué consistía su misión aquí en la tierra.

· Inmediatamente, como se detalla en los evangelios, eligió a sus doce Apóstoles, constituyendo lo que podríamos llamar la <comunidad jesuánica pre-pascual>. Nos situamos entre 27/28 d. C. y 30 d. C.

· En el 30 d. C. tuvieron lugar los trágicos acontecimientos pascuales, doble juicio de Jesús, condena, pasión, muerte y Resurrección.

· Tras la muerte de Jesús al poco, tras la Resurrección, se dieron las apariciones, sepulcro vacío, etc.

· Inmediatamente tiene lugar el kerygma (= anuncio) apostólico, de lo cual hay constancia en Hch 2, 32.36; particularmente del discurso de Pedro en Jerusalén en Pentecostés. <Aquél que vosotros crucificasteis, Dios los ha resucitado y erigido en Señor>. Ya algo posteriormente, Saulo de Tarso, luego Pablo de Tarso, tras su experiencia de visión-conversión en el camino de Damasco, también testimonió la Resurrección de Jesús, concretamente en 1 Co 15, 3–8. haciendo referencia los testigos presenciales, algunos de los cuales aún vivían. Este acontecimiento de la visión-conversión de Pablo tuvo lugar hacia el 35 d. C., escasamente cinco años después de los acontecimientos pascuales. Él, Pablo, fundó bastantes comunidades cristianas, y cuyos escritos, sus famosas Cartas o Epístolas, fueron escritas en la primera mitad de los años 50 d. C.

· Seguidamente, con carácter muy inmediato e incluso simultáneamente al kerygma apostólico se constituye la primitiva <comunidad cristiana>; es la llamada <comunidad post-pascual>, que interpreta los hechos a la luz de la Resurrección.

· Hablamos, en el caso de Pedro, de la festividad de Pentecostés, fiesta seguida a la Pascua. Desde esta fecha, 30 d. C., hasta la redacción definitiva de los evangelios y otros textos neotestamentarios, la transmisión de la Tradición siguió el siguiente esquema.

· Una etapa de transmisión únicamente oral. Esta etapa en duración temporal varía de unos escritos a otros.

· El documento Q (= Quelle) y las Epístolas de Pablo debieron ser casi coetáneas. Se habla de los años 40-60 d. C., para la Quelle; y primera mitad de los años 50 d. C. para las Epístolas de Pablo. Es decir, hablamos de 10 – 25 –30 años d. C., tiempo evidentemente corto y que aún existían muchos testigos presenciales, casi todos los Apóstoles de los acontecimientos pascuales.

· Después, por este orden, aparecen los evangelios.

· Hacia el 65 d. C. el de Mc.

· Hacia el 70-75 d. C. el de Mt.

· Hacia el 75-85 el de Lc. y los Hechos de los Apóstoles.

· Hacia el 90.95 d. C. el de Jn.

· Es decir, la Quelle y las Epístolas de Pablo se redactaron en la época de la primera comunidad cristiana, años 33-66 d. C.

· Los evangelios de Mc, Mt, Lc y Jn, se redactaron durante la segunda comunidad cristiana, es decir, años 66-100 d. C., donde fueron desapareciendo la casi totalidad de los Apóstoles y testigos presenciales de los acontecimientos pascuales.

· En resumidas cuentas estamos hablando de tiempos de 10, 25, 30, 35, 40, 45, 50, 55, 60 y 65 años, según los casos, d. C. Tiempos de fijación por escrito de los documentos del NT. Anteriormente hasta esa redacción por escrito, hubo una etapa de transmisión oral-escrita simultánea.

· Cualesquiera que estén interesados en cómo los hebreos tanto del AT como del NT cultivaban la memoria, lean libros que los hay y muy interesante al respecto.

Sin nada más por ahora. Este tema sigue muy interesante.

Haaaaasta luego.