Entrañable poema, Flor,! gran sensibilidad la tuya... pardiez! Me acerco, entro de lleno. Me abrazo... y permanezco. ¿que podría decir yo desde la altura de mis canas, tardías, pero que aquí están? Lo intentaré otro día. Hoy voy a salir, no obstante, voy a tratar de ensayar algo, tratando de entrar en sus batallas.
No se arredra el abuelo:
abraza, nombra
sus largas horas de desvelos.
Se abraza fuertemente cuando a solas,
se cuenta en su soledad; sus bellos cuentos.
Se abraza a las horas, que le nombran
piedras; las duras piedras del sendero...
No se arredra, es su batalla
es su lamento, es su silencio:
son las rosas perfumadas...
Es su aliento.
Son las aspas
de su viejo molino en movimiento.
JM (libertad)
No se arredra el abuelo:
abraza, nombra
sus largas horas de desvelos.
Se abraza fuertemente cuando a solas,
se cuenta en su soledad; sus bellos cuentos.
Se abraza a las horas, que le nombran
piedras; las duras piedras del sendero...
No se arredra, es su batalla
es su lamento, es su silencio:
son las rosas perfumadas...
Es su aliento.
Son las aspas
de su viejo molino en movimiento.
JM (libertad)
Esta entrañable poesía no está escrita por Flor, sino por Antonio Pardal Rivas.
No entiendo nada que alguien disfrute plagiando la obra de otra persona.
Antonio Pardal
No entiendo nada que alguien disfrute plagiando la obra de otra persona.
Antonio Pardal