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La lectura del último boletín del Grupo Municipal Socialista ha confirmado la alarma que experimenté el día que supe que “vuecencia”, el señor alcalde, se iba a presentar como candidato a la alcaldía, alarma que en su momento reflejé en el foro. Bien sabe Dios que, dentro del respeto y la sensatez, luché lo que pude en el foro para que el pueblo no cometiera tan terrible equivocación y perpetrara un desperdicio, por demás absurdo, de las cualidades de Santiago Ciudad. Y aun así este pueblo hizo uso de la mentira, regalando los oídos a los candidatos socialistas para en la sombra asestarles la puñalada trapera. Yo no trago la mentira en ninguna de sus formas; puedo perdonarla, pero el temor a la mentira contribuye a mantenerme alejado de la gente de este pueblo, lugar donde por desgracia he conocido las más amargas mentiras… Y digo que, leyendo el antedicho boletín, veo cómo la mentira del equipo de gobierno de PEGA adquiere tintes de tragedia homérica. He aquí el fruto de la mentira. ¿Qué se puede esperar de los aupados al poder por mentirosos y que a su vez son mentirosos? Jesús ya dejó advertencias sobre personas de este jaez:
“Guardaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros con vestidos de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces. Por sus frutos los conoceréis. ¿Acaso se recogen uvas de los espinos, o higos de los abrojos? Así, todo buen árbol da buenos frutos, pero el árbol malo da frutos malos. No puede el buen árbol dar malos frutos, ni el árbol malo dar frutos buenos. Todo árbol que no da buen fruto, es cortado y echado en el fuego. Así que, por sus frutos los conoceréis” (Mt 7, 15-20).
Esto es lo que Aldea prefirió contra todo sentido común. Sigamos comiendo uvas de los espinos e higos de los abrojos, pues por tales dulces frutos nos los harán pasar y el fuego ni los rozará. Pero yo les digo que por mucho que hagan, jamás podrán ahogar la inteligencia y que sus acciones quedarán consignadas en las páginas más patéticas de la historia de Aldea.
Y olvídense y pierdan toda esperanza. Seguirán donde están, por muchos palos de ciego que sigan asestando; y estarán ahí por quienes los pusieron ahí. Aristófanes (444 adC-385 adC), el famoso dramaturgo griego, decía en su obra satírica “Las nubes” (valga la redundancia) que la estupidez encuentra alimento en la propia estupidez. Y asimismo ya aparece escrito en la Biblia: “El buen criterio es fuente de vida para el que lo posee; la estupidez de los tontos será su castigo” (Prov 16, 22).
Por otra parte, quiero hacer en justicia una puntualización al referido boletín: la creación de un blog es gratuita y sólo se necesitan ganas para acometerla… y una buena conexión a Internet.
El jardinero de las nubes.
http://eljardinerodelasnubes. blogspot. com/
“Guardaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros con vestidos de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces. Por sus frutos los conoceréis. ¿Acaso se recogen uvas de los espinos, o higos de los abrojos? Así, todo buen árbol da buenos frutos, pero el árbol malo da frutos malos. No puede el buen árbol dar malos frutos, ni el árbol malo dar frutos buenos. Todo árbol que no da buen fruto, es cortado y echado en el fuego. Así que, por sus frutos los conoceréis” (Mt 7, 15-20).
Esto es lo que Aldea prefirió contra todo sentido común. Sigamos comiendo uvas de los espinos e higos de los abrojos, pues por tales dulces frutos nos los harán pasar y el fuego ni los rozará. Pero yo les digo que por mucho que hagan, jamás podrán ahogar la inteligencia y que sus acciones quedarán consignadas en las páginas más patéticas de la historia de Aldea.
Y olvídense y pierdan toda esperanza. Seguirán donde están, por muchos palos de ciego que sigan asestando; y estarán ahí por quienes los pusieron ahí. Aristófanes (444 adC-385 adC), el famoso dramaturgo griego, decía en su obra satírica “Las nubes” (valga la redundancia) que la estupidez encuentra alimento en la propia estupidez. Y asimismo ya aparece escrito en la Biblia: “El buen criterio es fuente de vida para el que lo posee; la estupidez de los tontos será su castigo” (Prov 16, 22).
Por otra parte, quiero hacer en justicia una puntualización al referido boletín: la creación de un blog es gratuita y sólo se necesitan ganas para acometerla… y una buena conexión a Internet.
El jardinero de las nubes.
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