Amigo Hortelano, Santiago Real, Jardinero de las nubes, etc. etc.
Yo también me uno a vosotros en la petición reiterada, justa, necesaria, legal, oportuna y no sé cuántos adjetivos más de que de una puñetera vez se retiren ya las señales del oprobio franquista en nuestra localidad. La asistencia de Morrales a la misa de despedida a los 2 héroes represaliados por el franquismo fue un PARIPÉ, mero cáculo político. Se produjo en su persona el sarcasmo paradójico de que, quien mantiene y divulga las enseñas del verdugo y de ello se jacta, acudió a las exequias del ahorcado. ¡Hace falta tener poca vergüenza!, no se le agradeció la visita, que no se equivoquen. Alfonso y Feliciano permanecerán siempre en nuestros corazones; el que airea las enseñas del dictador está amortizado. Polvo, aire, nada.
Mi más cordial enhorabuena a los familiares y me quito el sombrero ante los aldeanos que acudieron al Ateneo en Madrid a recibir los restos de nuestros queridos paisanos. Tíos, sois cojonudos. No cambiéis nunca.
Yo también me uno a vosotros en la petición reiterada, justa, necesaria, legal, oportuna y no sé cuántos adjetivos más de que de una puñetera vez se retiren ya las señales del oprobio franquista en nuestra localidad. La asistencia de Morrales a la misa de despedida a los 2 héroes represaliados por el franquismo fue un PARIPÉ, mero cáculo político. Se produjo en su persona el sarcasmo paradójico de que, quien mantiene y divulga las enseñas del verdugo y de ello se jacta, acudió a las exequias del ahorcado. ¡Hace falta tener poca vergüenza!, no se le agradeció la visita, que no se equivoquen. Alfonso y Feliciano permanecerán siempre en nuestros corazones; el que airea las enseñas del dictador está amortizado. Polvo, aire, nada.
Mi más cordial enhorabuena a los familiares y me quito el sombrero ante los aldeanos que acudieron al Ateneo en Madrid a recibir los restos de nuestros queridos paisanos. Tíos, sois cojonudos. No cambiéis nunca.