Ayer, sin ir más lejos, recibí un correo de una amiga muy querida, que habita en un lejano país. Lleva siguiendo el foro de Aldea desde hace casi dos años. Su vida no es que haya sido muy agradable, y en su trabajo se enfrenta a diario a la tristeza. Ayer me decía que, por estas mismas razones, le estaba haciendo mucho bien la alegría que le producían los comentarios de nuestro amigo Groucho (¡toma ya, muchacho, que hasta los vamos a declarar de utilidad terapéutica!).
A menudo me he preguntado sobre la magia que desprende nuestro foro. ¿Cómo es posible que personas que no conocen nuestro pequeño mundo aldeano estén tan interesadas en todo lo que decimos? ¿Acaso porque hemos sentado las bases de un valor universal, largamente buscado y anhelado por la especie humana: la libertad, en la más generosa de sus acepciones?
Durante mucho tiempo el nuevo foro era un lugar desértico. Y de repente, sin darnos cuenta, empezó a cubrirse de tupida vegetación. No somos perfectos, pero hemos creado un sitio agradable, donde tocamos amplio abanico de opiniones, donde hemos sentido sensaciones inigualables.
Hay muchos del antiguo foro que no volvieron y que no he dejado de añorar. De todos aquellos, no me queda más que Betelgeuse. Recuerdo hace dos veranos, cuando colgué el texto en homenaje a Riñegatas. Betelgeuse me reveló su nombre (Emilio) y contó que era su peluquero, y habló de la estufa de butano que encendía en los días de invierno en su vieja peluquería; se condolió asimismo de ver cómo la hierba crecía en la acera de su casa abandonada, y definió a Emilio como un hombre pacífico, que nunca se metía con nadie… Sólo con estas palabras, Betelgeuse se hizo acreedor a mi más profunda gratitud.
Estas cosas son las que me hacen seguir en el foro: la comunicación entre personas de distinta laya, que desean comunicarse y lo hacen porque quieren hacerlo. Otros lo verán como pérdida de tiempo, pero hasta ésos siguen el foro.
¡Ojalá volvieran los que pasaron por aquí y no volvieron! ¡Ojalá permanezcan los que están! ¡Ojalá acudan otros nuevos!
Aquí cabemos todos, aquí nadie sobra ni es imprescindible. Estamos porque queremos estar. Es tan grande este foro, que por mucho que escribamos jamás lo llenaremos. Y cuanto más escribamos, más sentiremos. Sentir es algo bueno… Ahí creo que reside el atractivo de nuestro foro.
No está tan mal para un pueblo tan pequeño como Aldea del Rey.
El jardinero de las nubes.
http://eljardinerodelasnubes. blogspot. com/
A menudo me he preguntado sobre la magia que desprende nuestro foro. ¿Cómo es posible que personas que no conocen nuestro pequeño mundo aldeano estén tan interesadas en todo lo que decimos? ¿Acaso porque hemos sentado las bases de un valor universal, largamente buscado y anhelado por la especie humana: la libertad, en la más generosa de sus acepciones?
Durante mucho tiempo el nuevo foro era un lugar desértico. Y de repente, sin darnos cuenta, empezó a cubrirse de tupida vegetación. No somos perfectos, pero hemos creado un sitio agradable, donde tocamos amplio abanico de opiniones, donde hemos sentido sensaciones inigualables.
Hay muchos del antiguo foro que no volvieron y que no he dejado de añorar. De todos aquellos, no me queda más que Betelgeuse. Recuerdo hace dos veranos, cuando colgué el texto en homenaje a Riñegatas. Betelgeuse me reveló su nombre (Emilio) y contó que era su peluquero, y habló de la estufa de butano que encendía en los días de invierno en su vieja peluquería; se condolió asimismo de ver cómo la hierba crecía en la acera de su casa abandonada, y definió a Emilio como un hombre pacífico, que nunca se metía con nadie… Sólo con estas palabras, Betelgeuse se hizo acreedor a mi más profunda gratitud.
Estas cosas son las que me hacen seguir en el foro: la comunicación entre personas de distinta laya, que desean comunicarse y lo hacen porque quieren hacerlo. Otros lo verán como pérdida de tiempo, pero hasta ésos siguen el foro.
¡Ojalá volvieran los que pasaron por aquí y no volvieron! ¡Ojalá permanezcan los que están! ¡Ojalá acudan otros nuevos!
Aquí cabemos todos, aquí nadie sobra ni es imprescindible. Estamos porque queremos estar. Es tan grande este foro, que por mucho que escribamos jamás lo llenaremos. Y cuanto más escribamos, más sentiremos. Sentir es algo bueno… Ahí creo que reside el atractivo de nuestro foro.
No está tan mal para un pueblo tan pequeño como Aldea del Rey.
El jardinero de las nubes.
http://eljardinerodelasnubes. blogspot. com/