ALDEA DEL REY: A mí espero que me perdone el escaso interés que su...

Entrañable poema, Flor,! gran sensibilidad la tuya... pardiez! Me acerco, entro de lleno. Me abrazo... y permanezco. ¿que podría decir yo desde la altura de mis canas, tardías, pero que aquí están? Lo intentaré otro día. Hoy voy a salir, no obstante, voy a tratar de ensayar algo, tratando de entrar en sus batallas.

No se arredra el abuelo:
abraza, nombra
sus largas horas de desvelos.
Se abraza fuertemente cuando a solas,
se cuenta en su soledad; sus bellos cuentos.

Se abraza a las horas, que le nombran
piedras; las duras piedras del sendero...
No se arredra, es su batalla
es su lamento, es su silencio:
son las rosas perfumadas...
Es su aliento.
Son las aspas
de su viejo molino en movimiento.
JM (libertad)

Esta entrañable poesía no está escrita por Flor, sino por Antonio Pardal Rivas.

No entiendo nada que alguien disfrute plagiando la obra de otra persona.

Antonio Pardal

Pasado un año de mi anterior mensaje compruebo que esa sañora o señorita Flor ha editado mi reespuesta y ha eliminado mi poesía plagiada, sustituyéndola por una serie de palabras inconexas. Que Dios te perdona, Flor...

Antonio Pardal Rivas

A mí espero que me perdone el escaso interés que su poesía me inspira, a raíz de esta demostración de añejo rencor, y le aseguro que Dios no ha de perdonar nada a esta gran amiga mía. Una cosa es que cometiera una falta y otra es que se ensañen con ella para humillarla, cosa que no consentiré, estando yo por medio Pero si lo que busca es una satisfacción, le pido yo a usted perdón hasta inclinando la cerviz si es necesario.

El jardinero de las nubes.
Respuestas ya existentes para el anterior mensaje:
! Hola Jardinero! Pasaba por aquí después de varios meses, un buen paquete de días, y multitud de horas.
De suponer: supongo estás bien; esto me alegra Lo juzgo por tu ligero enfado, es lo único que he leido, puesto que después de el tiempo; los demás me son aún extraños.
Entro no muy lejos de Aldea: Puertollano (un indicador, en el trayecto me indicaba el lugar, y recordé. por estos medios, surgieron amistades, con algunos muchachos de Puertollano, donde paso casi a diario.
Lo demás, como ... (ver texto completo)