Luz ahora: 0,15824 €/kWh
PRIMERA OBRA, PRIMERA CHAPUZA
Procuro cuando escribo en este querido foro desprenderme de toda la inquina que parásitos, sinvergüenzas y fulanos han contagiado a mi pueblo; procuro ser lo más objetivo posible cuando opino sobre charlatanes y morraleros (los que inflan su morral a costa de todos nosotros), pero a fe mía que es imposible callarse ante las muestras continuas de incompetencia, torpeza, provocación e ineptitud que atesora el PEGA.
Acabada la primera obra del Plan Zapatero, acabada la primera chapuza. Resulta que, de una “remodelación” de la Plaza Franquista del Aguilucho (del palomo con arroz) hemos pasado a crear “El Arroyo de la Plaza”. Así hemos de denominar la “remodelación” pues, con tanto tiento y estudio han “remodelado” y enterrado los casi cinco millones de pesetas de nuestros bolsillos que el resultado, aparte del enigma de la circulación, ha revertido en crear un Arroyo a un metro de distancia de las puertas de los vecinos afectados quienes, a partir de ahora y cuando caigan cuatro gotas, no más de cuatro, verán cómo corre el arroyo delante de sus puertas y cómo tendrán que recuperar la forma física para saltar dentro y fuera de su casa. ¿Se puede ser más tonto? Resulta que, además, todos ellos son personas con la setentena mediada, así es que o se compran zuecos para días de lluvia, o llaman a Torrente para cruzar o sencillamente se tendrán que mojar cada vez que entren o salgan de su casa. ¡Pero qué inteligencias da la huerta!
De todas formas, tranquilos, porque lo mismo que se ha hecho se deshace cobrando el doble y se adjudica, para variar, al cómplice de siempre. Ambos, los del PEGA y el Cómplice necesario tendrán que explicar algún día qué negocios se traen y a qué porcentaje juegan, como sucedió con los terrenos de las 13 viviendas del parque que luego, sin saber cómo ni para qué, se convirtieron en, ¡Oh milagro de Semana Santa!, 14 como catorce soles.
Y por si alguien tenía alguna duda del expolio permanente a que están sometidos nuestros bolsillos, cuando ya las imágenes estén en su sitio, dentro de unos días llegará el recibo del Impuesto Municipal de Vehículos, aquél que antes de entrar el PEGA valía 70 € (hasta 19000 cc) y ahora por su obra y gracia más de 100€, y así en esa línea todos los demás impuestos para que el morral siga engordando y las faltriqueras adelgazando.
Por cierto, hace exactamente un año por ahora, el Gran Charlatán convocaba a todos los agricultores y propietarios de tierra a una reunión en el Ayuntamiento para comunicarles la instalación de una planta de Biomasa de una empresa catalana en nuestra localidad gracias al esfuerzo del Ayuntamiento. Advertía, con foto y todo, de la necesidad de declarar tierras que serían de interés de cultivo del cardo en cuestión y todo lo demás… cada tarde paso delante de la planta donde trabajan 33 aldeanos que, naturalmente, no me ven; ni yo a ellos tampoco. Salud, torrijas y a huir de los pregones.
Procuro cuando escribo en este querido foro desprenderme de toda la inquina que parásitos, sinvergüenzas y fulanos han contagiado a mi pueblo; procuro ser lo más objetivo posible cuando opino sobre charlatanes y morraleros (los que inflan su morral a costa de todos nosotros), pero a fe mía que es imposible callarse ante las muestras continuas de incompetencia, torpeza, provocación e ineptitud que atesora el PEGA.
Acabada la primera obra del Plan Zapatero, acabada la primera chapuza. Resulta que, de una “remodelación” de la Plaza Franquista del Aguilucho (del palomo con arroz) hemos pasado a crear “El Arroyo de la Plaza”. Así hemos de denominar la “remodelación” pues, con tanto tiento y estudio han “remodelado” y enterrado los casi cinco millones de pesetas de nuestros bolsillos que el resultado, aparte del enigma de la circulación, ha revertido en crear un Arroyo a un metro de distancia de las puertas de los vecinos afectados quienes, a partir de ahora y cuando caigan cuatro gotas, no más de cuatro, verán cómo corre el arroyo delante de sus puertas y cómo tendrán que recuperar la forma física para saltar dentro y fuera de su casa. ¿Se puede ser más tonto? Resulta que, además, todos ellos son personas con la setentena mediada, así es que o se compran zuecos para días de lluvia, o llaman a Torrente para cruzar o sencillamente se tendrán que mojar cada vez que entren o salgan de su casa. ¡Pero qué inteligencias da la huerta!
De todas formas, tranquilos, porque lo mismo que se ha hecho se deshace cobrando el doble y se adjudica, para variar, al cómplice de siempre. Ambos, los del PEGA y el Cómplice necesario tendrán que explicar algún día qué negocios se traen y a qué porcentaje juegan, como sucedió con los terrenos de las 13 viviendas del parque que luego, sin saber cómo ni para qué, se convirtieron en, ¡Oh milagro de Semana Santa!, 14 como catorce soles.
Y por si alguien tenía alguna duda del expolio permanente a que están sometidos nuestros bolsillos, cuando ya las imágenes estén en su sitio, dentro de unos días llegará el recibo del Impuesto Municipal de Vehículos, aquél que antes de entrar el PEGA valía 70 € (hasta 19000 cc) y ahora por su obra y gracia más de 100€, y así en esa línea todos los demás impuestos para que el morral siga engordando y las faltriqueras adelgazando.
Por cierto, hace exactamente un año por ahora, el Gran Charlatán convocaba a todos los agricultores y propietarios de tierra a una reunión en el Ayuntamiento para comunicarles la instalación de una planta de Biomasa de una empresa catalana en nuestra localidad gracias al esfuerzo del Ayuntamiento. Advertía, con foto y todo, de la necesidad de declarar tierras que serían de interés de cultivo del cardo en cuestión y todo lo demás… cada tarde paso delante de la planta donde trabajan 33 aldeanos que, naturalmente, no me ven; ni yo a ellos tampoco. Salud, torrijas y a huir de los pregones.