Yo también quiero rendir homenaje a Heriberto con una de sus poesías. ¡Descanse en paz!
Inocente.
PERROS DE PRESA
Debemos tener cuidado
con estos perros de presa,
que a los mayores nos muerden
y a los niños los degüellan.
Antes mordían los perros,
cuando existía la rabia
y, para evitar disgustos,
los perros se vacunaban.
Y se siguen vacunando
estos pobres animales,
porque, cortando la rabia,
no le morderán a nadie.
Y ahora esos perros de presa,
si quieren llevarlos sueltos,
debieran de llevar todos,
bozales de hierro puestos.
Si siguen matando gente,
estos perros tan malvados
que paguen su merecido
si no los perros los amos.
Que los tengan bien atados
y si se moviera guerra
en vez de mandar soldados
que manden perros de presa.
Estos perros criminales
resulta caros tenerlos
porque, a personas que cogen,
las mandan al cementerio.
Y a la familia les queda
este gran sentimiento,
que a un ser de ellos tan querido,
se lo haya matado un perro.
Antes de tener disgustos,
si tenéis humanidad,
todo el que tenga esta raza
los debéis sacrificar.
Autor: Heriberto Merino Coello.
Agosto de 2000.
Inocente.
PERROS DE PRESA
Debemos tener cuidado
con estos perros de presa,
que a los mayores nos muerden
y a los niños los degüellan.
Antes mordían los perros,
cuando existía la rabia
y, para evitar disgustos,
los perros se vacunaban.
Y se siguen vacunando
estos pobres animales,
porque, cortando la rabia,
no le morderán a nadie.
Y ahora esos perros de presa,
si quieren llevarlos sueltos,
debieran de llevar todos,
bozales de hierro puestos.
Si siguen matando gente,
estos perros tan malvados
que paguen su merecido
si no los perros los amos.
Que los tengan bien atados
y si se moviera guerra
en vez de mandar soldados
que manden perros de presa.
Estos perros criminales
resulta caros tenerlos
porque, a personas que cogen,
las mandan al cementerio.
Y a la familia les queda
este gran sentimiento,
que a un ser de ellos tan querido,
se lo haya matado un perro.
Antes de tener disgustos,
si tenéis humanidad,
todo el que tenga esta raza
los debéis sacrificar.
Autor: Heriberto Merino Coello.
Agosto de 2000.