La mies crece por doquier cuando no se conoce la mano de quien esparce la semilla. La tarde agoniza entre cielos nublados, tan denostados por la totalidad como alabados por la singularidad...
Me ha llegado un correo que ha abierto en mí la espita de la melancolía. " ¿Por qué escribes todavía en el foro de Aldea del Rey? ¿No ves que ya no estás de moda, que ya nadie te alaba, que ya nadie te hace caso?". La melancolía tiene un poso de sonrisa. La voz del que clama en el desierto. Yo conocí este bosque cubierto de árboles, cubierto de vida, y ahora mis árboles lloran por los árboles ausentes. ¿Por qué sigo escribiendo aquí?, me pregunta... ¿Por qué sigo respirando? ¿Por qué el teclado se deja aporrear sin nunca emitir la menor queja?
Stephen Dédalus, el segundo protagonista del "Ulises" de James Joyce, marchaba por la vida buscando una religión, una patria y una familia. Mi religión es conocida; ahora tengo muchas patrias; y la familia..., tuve una en la primera época de este foro, una familia que me ayudó y me enseñó mucho y a la que siempre estaré agradecido.
Pero se fueron y puede decirse que no regresaron. Cuando las cosas se ponen difíciles, cuando ha de verse la mano que arroja la simiente, entonces las sombras desaparecen al contacto de la luz. Y las sombras no son culpables: es la luz las que las aniquila. Árboles de hojas verdes que han acabado siendo árboles de nubes de recuerdo. ¿Dónde estarán?
La añoranza sacude mi corazón. Cuando vuelvo a este foro y sólo veo mi voz, se me antoja una voz de cementerio... Me recuerda la voz que llenaba las brumas de mi soledad de antaño. Estaba solo, y llegué a conocer el perfume del almendro en primavera.
Creo que perdí el derecho a decirles que vuelvan, que se abran otra cuenta de correo electónico para escribir en este foro con la máscara del viento... Se fueron, y la llanura que dejaron se hizo inmensa.
Me pregunta por qué persisto en seguir solo en este foro... Y yo respondo: porque necesito creer en algo imposible, imposible para los hombres pero posible para Dios.
El jardinero de las nubes.
Me ha llegado un correo que ha abierto en mí la espita de la melancolía. " ¿Por qué escribes todavía en el foro de Aldea del Rey? ¿No ves que ya no estás de moda, que ya nadie te alaba, que ya nadie te hace caso?". La melancolía tiene un poso de sonrisa. La voz del que clama en el desierto. Yo conocí este bosque cubierto de árboles, cubierto de vida, y ahora mis árboles lloran por los árboles ausentes. ¿Por qué sigo escribiendo aquí?, me pregunta... ¿Por qué sigo respirando? ¿Por qué el teclado se deja aporrear sin nunca emitir la menor queja?
Stephen Dédalus, el segundo protagonista del "Ulises" de James Joyce, marchaba por la vida buscando una religión, una patria y una familia. Mi religión es conocida; ahora tengo muchas patrias; y la familia..., tuve una en la primera época de este foro, una familia que me ayudó y me enseñó mucho y a la que siempre estaré agradecido.
Pero se fueron y puede decirse que no regresaron. Cuando las cosas se ponen difíciles, cuando ha de verse la mano que arroja la simiente, entonces las sombras desaparecen al contacto de la luz. Y las sombras no son culpables: es la luz las que las aniquila. Árboles de hojas verdes que han acabado siendo árboles de nubes de recuerdo. ¿Dónde estarán?
La añoranza sacude mi corazón. Cuando vuelvo a este foro y sólo veo mi voz, se me antoja una voz de cementerio... Me recuerda la voz que llenaba las brumas de mi soledad de antaño. Estaba solo, y llegué a conocer el perfume del almendro en primavera.
Creo que perdí el derecho a decirles que vuelvan, que se abran otra cuenta de correo electónico para escribir en este foro con la máscara del viento... Se fueron, y la llanura que dejaron se hizo inmensa.
Me pregunta por qué persisto en seguir solo en este foro... Y yo respondo: porque necesito creer en algo imposible, imposible para los hombres pero posible para Dios.
El jardinero de las nubes.