¿Envidias, frustraciones, rencores? Señor REVERTE: ¿Cómo saca usted a colación la ENVIDIA en toda esta cuestión? ¿No pregona usted que el proyecto generará un bien unánime para el pueblo? Y si el bien es unánime, ¿dónde cabe aquí la ENVIDIA? ¿No han de estar todos contentos?
¿No será más bien que la misma frustración le lleva a emitir estos comentarios? Serénese, amigo mío: si Aldea le sale rana siempre le quedará París… o mejor dicho Alcázar de San Juan.
¿Sabe usted lo que es el desarrollo sostenible? ¿Para usted no tiene cabida el proyecto del turismo rural, que es la opción que siempre he defendido para Aldea? Como usted dice: ¡El desierto de Mojave! Tal es el emplazamiento adecuado para la instalación de este tipo de centrales, no uno de nuestros mejores y tal vez únicos vergeles que conservamos en Aldea. Lo que genera aridez ha de ir a la misma aridez y no a lugares fértiles. Usted espera que tengamos una fe inquebrantable en la “alta ingeniería cualificada” que usted entonces nos vendía, y que con el aquél de que nos den resueltas todas las cuestiones técnicas no nos quede espacio ni a chistar ni a emitir opiniones. Estas mentalidades me parecen propias del arcaico caciquismo. La gente piensa, señor mío, y extrae conclusiones y aprecia irregularidades en todo este entramado, como ya han sido señaladas en el foro. Desde luego, durante el período de los caciquismos, cuando el pueblo llano no tenía margen a practicar “demagogia” (como usted manifiesta), interesaba sobremanera tener amordazados los pensamientos de quienes se atrevían a mirar en una dirección distinta. Aún quedan reminiscencias de esa odiosa forma de manipulación en base al poder de los más fuertes, pero en mi caso no van a encontrar eco ni buena acogida.
Señor Reverte, aún espero que me aclare algunas cuestiones que me dejó en el aire en tiempos pasados. Le agradecería que diera un repaso a los escritos que le dirigí en aquella época y me responda en consecuencia, a menos que prefiera que considere toda su facundia un simple cacareo. Es decir, en estos puntos se resumen sus tesis: Aldea es un pueblo de un atraso increíble, no se hacen proyectos, en otros sitios sí se hacen y están muy contentos, los ingenieros lo hacen todo muy bien, un bosque de placas no es feo… ¿No se aburre de decir siempre lo mismo? Creo yo que, a menos que aprecie un diálogo constructivo con respecto a usted, me va a resultar francamente aburrido indicarle siempre lo mismo.
Lo siento, amigo mío, se ha topado con mentes pensantes. Sus oscuras y comparativas tesis encontrarán las oportunas antítesis, y usted ni se esfuerza por rebatirlas una a una. Y si mantiene esta línea, no creo que me encuentre en disposición de responderle a lo que usted no responde.
Un cordial y educado saludo, pues la diferencia de pareceres no implica hostilidad entre personas civilizadas (pensamiento que usted mismo subrayó junto con la felicitación navideña).
El jardinero de las nubes.
http://eljardinerodelasnubes. blogspot. com/
¿No será más bien que la misma frustración le lleva a emitir estos comentarios? Serénese, amigo mío: si Aldea le sale rana siempre le quedará París… o mejor dicho Alcázar de San Juan.
¿Sabe usted lo que es el desarrollo sostenible? ¿Para usted no tiene cabida el proyecto del turismo rural, que es la opción que siempre he defendido para Aldea? Como usted dice: ¡El desierto de Mojave! Tal es el emplazamiento adecuado para la instalación de este tipo de centrales, no uno de nuestros mejores y tal vez únicos vergeles que conservamos en Aldea. Lo que genera aridez ha de ir a la misma aridez y no a lugares fértiles. Usted espera que tengamos una fe inquebrantable en la “alta ingeniería cualificada” que usted entonces nos vendía, y que con el aquél de que nos den resueltas todas las cuestiones técnicas no nos quede espacio ni a chistar ni a emitir opiniones. Estas mentalidades me parecen propias del arcaico caciquismo. La gente piensa, señor mío, y extrae conclusiones y aprecia irregularidades en todo este entramado, como ya han sido señaladas en el foro. Desde luego, durante el período de los caciquismos, cuando el pueblo llano no tenía margen a practicar “demagogia” (como usted manifiesta), interesaba sobremanera tener amordazados los pensamientos de quienes se atrevían a mirar en una dirección distinta. Aún quedan reminiscencias de esa odiosa forma de manipulación en base al poder de los más fuertes, pero en mi caso no van a encontrar eco ni buena acogida.
Señor Reverte, aún espero que me aclare algunas cuestiones que me dejó en el aire en tiempos pasados. Le agradecería que diera un repaso a los escritos que le dirigí en aquella época y me responda en consecuencia, a menos que prefiera que considere toda su facundia un simple cacareo. Es decir, en estos puntos se resumen sus tesis: Aldea es un pueblo de un atraso increíble, no se hacen proyectos, en otros sitios sí se hacen y están muy contentos, los ingenieros lo hacen todo muy bien, un bosque de placas no es feo… ¿No se aburre de decir siempre lo mismo? Creo yo que, a menos que aprecie un diálogo constructivo con respecto a usted, me va a resultar francamente aburrido indicarle siempre lo mismo.
Lo siento, amigo mío, se ha topado con mentes pensantes. Sus oscuras y comparativas tesis encontrarán las oportunas antítesis, y usted ni se esfuerza por rebatirlas una a una. Y si mantiene esta línea, no creo que me encuentre en disposición de responderle a lo que usted no responde.
Un cordial y educado saludo, pues la diferencia de pareceres no implica hostilidad entre personas civilizadas (pensamiento que usted mismo subrayó junto con la felicitación navideña).
El jardinero de las nubes.
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