Estimado Alter Ego:
Lo cierto y verdad es que hablan muy mal de los jóvenes de hoy en día. Como quiera que los jóvenes de Aldea me descubrieron a mí, me veo en la obligación moral de asumir su defensa en relación a ciertas partes de tu anterior escrito con las que discrepo personalmente.
¿Sabes lo que decía cierto autor de los jóvenes?:
"El padre teme a sus hijos, el hijo estima ser igual a su padre y no tiene respeto ni temor por sus padres. Quiere ser libre. El profesor teme a sus alumnos. Los alumnos insultan al profesor... Y coronándolo todo, en nombre de la igualdad o de la libertad, quieren la emancipón de los sexos."
El texto parece expresar la problemática que traen aparejada los jóvenes de hoy en día. ¿Sabes quién era el autor de este texto? Nada menos que Platón (427-347 adC).
He aquí otro texto que quiero someter a tu consideración:
"Esta juventud está podrida desde el fondo del corazón. Los jóvenes son dañinos y perezosos. Nunca serán como la juventud de otros tiempos. Los de hoy no serán capaces de mantener nuestra cultura".
Este texto figura en una inscripción cuneiforme que hallaron ciertos arqueólogos realizando excavaciones en el lugar donde se asentó la antigua Babilonia (hoy Iraq) durante los años cuarenta del pasado siglo. Está fechada en el 1000 adC.
En la Biblia también existen claras referencias a los jóvenes. Buscando entre sus páginas, he encontrado tres: la primera es horrorosa; la segunda está en la línea de lo que has comentado; y la tercera está más próxima a la noción que yo tengo de los jóvenes, como depositarios de la esperanza de sus mayores. Has de tener en cuenta que las dos primeras fueron acuñadas en los borrascosos tiempos del Antiguo Testamento, destinadas a una sociedad completamente diferente de la del Nuevo Testamento.
Aquí te las transcribo:
1ª: "No ahorres la corrección al joven, no morirá porque le castigues con la vara. Golpéale con la vara y librarás su vida del abismo" (Prov 23, 13-14).
2ª: "Disfruta, joven, en tu adolescencia y sé feliz en tu juventud; sigue tus sentimientos, da cauce a tus ilusiones, y ten presente que de todo esto te juzgará Dios. Aleja la tristeza de tu corazón y aparta el sufrimiento de tu cuerpo, porque la adolescencia y la juventud son efímeras" (Ecl 11, 9-10).
3ª: "Que nadie te tenga en poco por tu juventud; sé un modelo para los creyentes, por tu palabra, tu conducta, tu caridad, tu fe y tu pureza" (1 Tim 6, 11-12).
Esto en lo que se refiere a los libros canónicos de la Biblia, es decir, que cuentan con el sello de la divinidad (en términos matemáticos), que ya expliqué en cierta ocasión.
Hay unos libros apócrifos en las Biblias católicas denominados deuterocanónicos, aceptados por la Iglesia y que no cuentan con el sello de divinidad que acabo de mencionar. No obstante, en el libro del Eclesiástico también hay una referencia a la educación de los hijos en línea del canónico libro de los Proverbios que acabo de citar. He aquí la correspondiente transcripción:
"El que ama a su hijo no le ahorra castigos, para poder alegrarse después" (Eclo 30, 1).
No obstante, y a modo de resumen, Jesús dejó clara su postura en relación a los jóvenes:
"Dejad a los niños y no les impidáis que vengan a mí, porque de los que son como ellos es el reino de los cielos" (Mt 19, 14).
Como puede observar, este mundo ha cambiado muy poco. Ya lo decía el Predicador en el libro del Eclesiastés: "Lo que fue, eso será; lo que se hizo, se hará; nada hay nuevo debajo del sol" (Ecl 1, 9).
Un cordial saludo, y espero no haberte incomodado con esta discrepancia.
El jardinero de las nubes.
http://eljardinerodelasnubes. blogspot. com/
Lo cierto y verdad es que hablan muy mal de los jóvenes de hoy en día. Como quiera que los jóvenes de Aldea me descubrieron a mí, me veo en la obligación moral de asumir su defensa en relación a ciertas partes de tu anterior escrito con las que discrepo personalmente.
¿Sabes lo que decía cierto autor de los jóvenes?:
"El padre teme a sus hijos, el hijo estima ser igual a su padre y no tiene respeto ni temor por sus padres. Quiere ser libre. El profesor teme a sus alumnos. Los alumnos insultan al profesor... Y coronándolo todo, en nombre de la igualdad o de la libertad, quieren la emancipón de los sexos."
El texto parece expresar la problemática que traen aparejada los jóvenes de hoy en día. ¿Sabes quién era el autor de este texto? Nada menos que Platón (427-347 adC).
He aquí otro texto que quiero someter a tu consideración:
"Esta juventud está podrida desde el fondo del corazón. Los jóvenes son dañinos y perezosos. Nunca serán como la juventud de otros tiempos. Los de hoy no serán capaces de mantener nuestra cultura".
Este texto figura en una inscripción cuneiforme que hallaron ciertos arqueólogos realizando excavaciones en el lugar donde se asentó la antigua Babilonia (hoy Iraq) durante los años cuarenta del pasado siglo. Está fechada en el 1000 adC.
En la Biblia también existen claras referencias a los jóvenes. Buscando entre sus páginas, he encontrado tres: la primera es horrorosa; la segunda está en la línea de lo que has comentado; y la tercera está más próxima a la noción que yo tengo de los jóvenes, como depositarios de la esperanza de sus mayores. Has de tener en cuenta que las dos primeras fueron acuñadas en los borrascosos tiempos del Antiguo Testamento, destinadas a una sociedad completamente diferente de la del Nuevo Testamento.
Aquí te las transcribo:
1ª: "No ahorres la corrección al joven, no morirá porque le castigues con la vara. Golpéale con la vara y librarás su vida del abismo" (Prov 23, 13-14).
2ª: "Disfruta, joven, en tu adolescencia y sé feliz en tu juventud; sigue tus sentimientos, da cauce a tus ilusiones, y ten presente que de todo esto te juzgará Dios. Aleja la tristeza de tu corazón y aparta el sufrimiento de tu cuerpo, porque la adolescencia y la juventud son efímeras" (Ecl 11, 9-10).
3ª: "Que nadie te tenga en poco por tu juventud; sé un modelo para los creyentes, por tu palabra, tu conducta, tu caridad, tu fe y tu pureza" (1 Tim 6, 11-12).
Esto en lo que se refiere a los libros canónicos de la Biblia, es decir, que cuentan con el sello de la divinidad (en términos matemáticos), que ya expliqué en cierta ocasión.
Hay unos libros apócrifos en las Biblias católicas denominados deuterocanónicos, aceptados por la Iglesia y que no cuentan con el sello de divinidad que acabo de mencionar. No obstante, en el libro del Eclesiástico también hay una referencia a la educación de los hijos en línea del canónico libro de los Proverbios que acabo de citar. He aquí la correspondiente transcripción:
"El que ama a su hijo no le ahorra castigos, para poder alegrarse después" (Eclo 30, 1).
No obstante, y a modo de resumen, Jesús dejó clara su postura en relación a los jóvenes:
"Dejad a los niños y no les impidáis que vengan a mí, porque de los que son como ellos es el reino de los cielos" (Mt 19, 14).
Como puede observar, este mundo ha cambiado muy poco. Ya lo decía el Predicador en el libro del Eclesiastés: "Lo que fue, eso será; lo que se hizo, se hará; nada hay nuevo debajo del sol" (Ecl 1, 9).
Un cordial saludo, y espero no haberte incomodado con esta discrepancia.
El jardinero de las nubes.
http://eljardinerodelasnubes. blogspot. com/